De las vidas múltiples que potencialmente podemos vivir los seres humanos, es indudable que en general domina en ellas la planicie de lo intrascendente. Salvo en los planos donde lo que se gana es lo improbable, lo insólito, allí se rebasa el nivel cotidiano y nos volvemos héroes, creaturas intuitivas y sagaces, atemporales. Esta posibilidad se abre sólo en los terrenos imaginarios, en donde lo que está por suceder se ignora, en donde lo desconocido se revela. Y qué mayor revelación que nuestro propio cuerpo, asombrosamente bello y desmedido. Por eso Luvina celebra el cuerpo en su voluntad más alta de jugarlo hasta los límites imposibles del deporte: el cuerpo en juego. A propósito de los Juegos Olímpicos que van a celebrarse en Pekín. Un acercamiento desde la ficción, para regresarnos al origen de «esa tregua sagrada» que convertía al pueblo griego en terreno de paz y armonía, propicio para el peregrinaje de la muchedumbre hacia Olimpia, hacia «el sueño común de una gloria universal», y recordarnos que en estos actos el individuo se vuelve multitud, alarga su cerco limitado por sus circunstancias, para lograr vivir ese cuerpo suyo hasta una eternidad, aunque sea instantánea. El heroísmo atlético nos devuelve la imagen de perfección del cuerpo de cara a una existencia erguida en medio de vacíos. Y es por eso que, paradójicamente, detrás de la imagen mediática perfecta de las Olimpíadas, existe el lado sombreado —ese terreno de claroscuros, de cicatrices, residuos e imperfecciones desde donde hace foco la literatura. Como lo leemos en El hombre de Pekín de Javier García-Galiano: «hay siempre una historia vetada, un misterio que no se aclara y que pasa, para las multitudes, inadvertido».
Contenido
- Misioneros / Francisco Hinojosa
- Sophie Calle: el arte de la suplantación / Vivian Abenshushan
- El adúltero / Santiago Roncagliolo
- La arquitectura de la memoria / Jesús Rábago
- Recobrar la memoria en una carta / Véronique Vaster
- El primer recuerdo: su doble espejo* / Martha Robles
- Un café / José Javier Villarreal
- Flor del Vacío / Patricia Pérez Esparza
- Poema / Marzanna Kielar
- El Olimpo / José Miguel Tomasena
- Los monstruos de la memoria / Claudia Amengual
- Escenas que suceden en un cuadro olvidado de Park Soo Keun / León Plascencia Ñol
- Infantes marinos en la periferia del mundo / Gustavo Ogarrio
- Solo de paramnesia / Luis Armenta Malpica
- Oficina de objetos encontrados / Teresa González Arce
- Celdillas / Tununa Mercado
- Quince minutos / José Israel Carranza
- Poema / Ana Istarú
- Intertextualidad y cleptomnesis / Noé Jitrik
- El espacio que habitas / David Unger
- Elias Canetti: del olvido a la custodia de la metamorfosis / Lobsang Castañeda
- La gloria digital / Juana Castro
- Memoria y universalidad / Josu Landa
- ¿Se trata del archivo? / Enrique Fierro
- Una alfombra mágica / Margo Glantz
- Poemas irreverentes sobre héroes y presidentes / Fernando del Paso
- Disputa de la memoria y el olvido / Enrique Serna
Páramo
- ¿Me acuerdo? / Hugo Hernández Valdivia
- De la misma materia que nuestras mentiras / Richard Viqueira
- Las lectoras de poesía / Sergio Téllez-Pon
- Recuerdos tribales / Gerardo Covarana
- No me alcanzará la vida / Patricia Córdova
- La memoria y el borrador / Dolores Garnica
- Del humor y el erotismo en Besos pintados de carmín / Juan Manuel García
- La cancelación del texto / Mario Szichman
- Raíz melódica: la poesía de Eugenio Montejo / Silvia Eugenia Castillero
- El huso del olvido / Alicia Ceballos