Poemas irreverentes sobre héroes y presidentes / Fernando del Paso

—en ocasión de varios, felices aniversarios

DON MIGUEL

Soñó Don Miguel Hidalgo
un México independiente.
No lo logró de repente,
pero cuando menos algo.

MORELOS

Nunca su gran estatura
disminuyó ni un poquito
a pesar que siendo cura
tuvo un hijito.

EL PÍPILA

Pensó El Pípila:
un héroe que no se arredra
debe ser un ser humano
de esos que aguantan un piano.
Mas no habiendo uno a la mano,
optó por una gran piedra.

EMILIANO

Es Zapata tan solemne,
tan solemne,
que un poema irreverente
lo deja indemne.

DON PANCHO

Francisco y Madero
eran dos señores:
uno era idealista,
el otro espiritista.

EL OTRO PANCHO

Doroteo Arango
no se puso chango
y Pancho Villa
perdió la silla.

MI GENERAL

«Mi general Obregón:
déme, le ruego, un abrazo».
«Señora, le soy muy franco:
sólo abrazo con un brazo…
soy galán, ¡pero soy manco!».

DON PORFIRIO

De Carmelita
         era el delirio
volver blanco,
        como un lirio,
a su amado
        Don Porfirio.

DON BELISARIO

A Belisario Domínguez
que a Huerta tuvo el valor
de decirle «No la chingues»,
se lo despachó el traidor.

EL CAUDILLO

Siempre de la silla atrás,
era ateo, no fue narco,
pero sí el más mandamás:
¿quién otro, sino Plutarco?

DON BENITO

Don Benito es un cadáver exquisito.

 

 

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