Escombros accidentales / Ileana Garma

abuela no sabe de las oficinas borrosas

de los numeritos que hay que manejar a diario

cuando era niña y escuchaba de su infancia
creía que para llegar ahí
                 había que atravesar el océano
veía ballenas
                    barcas que crecían por la noche

de pronto todo se hizo pequeño
                               hay agujeros
noches donde algunas palabras quedaron cautivas
como si una luciérnaga en la mano de un niño
una vez vi un pajarillo que fue cubierto por un puente
y luego por un zoo desierto
                               jaulas herrumbradas bajo una tarde lluviosa

nada dura tanto en mí como los monos
de los que abuela habla tardes enteras
cuando en su mirada brilla la selva perdida
como si una luciérnaga en la noche
por fin libre

 

de eso
ya ni las palabras mágicas
con que la abuela cantaba para sí
mientras el calendario de quemas daba inicio
con un sol voraz
y mi jardín se incendiaba

no hay refugio

tienes que venir conmigo
tienes que ganar dinero
tienes que venir conmigo
tienes que ganar
tienes que venir conmigo
tienes que

 

escarbar en los recuerdos es accidental
abuela tropieza con sus venados todo el tiempo
los llama sillas
           los llama
ya estoy vieja

son sus venados
sus cinco hermanitas y la sombra de su padre
ahora me agito mucho
ya no soy la de antes

abuela levanta la cabeza
se seca el sudor de la frente
ya no camina tres leguas
en busca de pepitas de calabaza
ya no tiene que avanzar en la oscuridad de una cueva
yo no sé por qué estoy gorda si apenas como

escombros sobre los cuales tender una oración
noches enteras
                  por las sombras que regresan
que tropiezan con ella sin quererlo
que acaso la habitan y la inflaman
la han preñado de nuevo a sus ochenta años

los escombros son accidentales
ya no puedo apoyar mi cabeza en sus rodillas
ya no puedo sentarme en el suelo junto a ella
siempre estoy de prisa y tropiezo también
con la selva que me ha impuesto
un salado malestar verde
como piedras que caen a un pozo

 

hablo para el hermano armadillo
          y la zarigüeya
la gente que sale de la selva
no regresa nunca
hablo para el hermano armadillo y la zarigüeya
el que sale de la selva no regresa nunca
cables casas ventanas rejillas
no existen nombres para todo esto
yo sólo platico con el señor armadillo
escuchó
           por primera vez escuchó
     esa otra lengua
¿a qué país hemos llegado ?

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