Un poema largo

Cayre Alfaro Fonseca

(Lima, 1997). Su libro más recientes es Hay un animal entre nosotros (Personaje Secundario, 2019).

este es un poema largo
y no debería comenzar así

debería romper el sentido
y comenzar de cualquier otra forma

en una primera versión 
era demasiado descriptivo

fracasaba porque contaba una historia 
con trama ligada a la realidad

el poema seguía a un tipo que comía 
un chocolate con hierba y entraba

a una serie de ataques o citando 
a Charly García: la pálida, loco

el tipo daba vueltas en círculo
mientras hablaba consigo mismo en voz

alta, luego paraba y caminaba en línea 
recta hasta chocar con el vidrio y

contemplar la avenida, las luces de los 
carros, los carteles publicitarios y

una voz, una voz en su mente que 
hablaba, pero no decía nada

información imposible de retener 
una serie de imágenes rápidas

se sucedían una tras otra sin pausa 
algunos ejemplos: su madre

recogiéndolo del colegio, su novia 
recogiéndolo del aeropuerto, la muerte

recogiéndolo de ese momento y 
entonces despertaba de su mente

y veía a su amigo, vendedor de 
chocolates, sosteniéndolo de un brazo
 
el movimiento de su boca, palabras que 
no alcanzaba a descifrar, pero asentía

como quien asiente a un poema complicado 
un poema con símbolos que rompe

la sintaxis, un poema con frases como 
mí tarde más por la vendrá hoy muerte

y entonces el camino a la tienda 
la mirada de los serenazgos

el no saber dónde están las 
botellas con agua, tampoco

la caja, menos aún poder 
contar las monedas, extender

la mano, recibir el vuelto 
apenas poder abrir la botella

caminar a la puerta y ya no 
poder recorrer la avenida

alguien te sostiene, te habla 
de temas que ambos conocen

de un poema que les gusta a ambos y ambos 
saben que tú lo sabes

pero no puedes mencionar un verso 
pensar en jalar el examen por eso

y entonces la puerta del edificio 
la mirada del vigilante, el peso

de las piernas, la imposibilidad 
de caminar derecho

de mirar el ascensor frente a frente 
entrar en él y apretar el botón indicado

y entonces la sala de espera 
rostros que no conoces

esto podría ser el purgatorio 
pero las sirenas del serenazgo

te despiertan, pensar que vienen
por ti, que eres culpable de algo
 
aunque no sabes bien de qué 
el miedo escolar, el miedo de

los aeropuertos, el miedo
a la muerte y un perro que te mira

como a un desconocido en problemas 
y entonces en el mueble de la casa

te ríes con la imagen del perro en 
la mente, ignorando sus ladridos

ignorando los rostros que te rodean 
el sonido de la sirena que te perturba

y entonces de nuevo en la terraza 
chocarte contra el vidrio y contemplar

la avenida, ya no es hora punta 
pero el vidrio es el mismo vidrio

con el que chocaste antes
o después, ya no lo recuerdas

es imposible recordar algo 
retener una idea en la mente

y entonces pensar en el libro 
que no has terminado de escribir

que tal vez nunca comenzaste 
a escribir, que tal vez estás

escribiendo, un libro tal vez malo
con varios versos que podrían no estar

e imaginar que el poema sigue 
para pensar que la muerte no llega

que la vida sigue como el poema
como un verso que se repite en tu mente

pero no se repite en el libro 
de haberlo terminado todo

sería tal vez no más fácil 
pero sí menos complicado

y entonces pensar en que
entonces pensar debería ser

el verso: y el poema sigue
contar las veces que aparece la y

y si podría omitirse
como el juego reiterado, acaso

excesivo, del helado 
en el primer poema

¿por qué ese debe ser el primer poema? 
no hay respuesta

sólo más dudas sobre el segundo poema
¿elogiar el amor es elogiar el capitalismo?

escribir el poema para no escribir una carta
pero escribir la carta hubiera sido menos complicado

tal vez más fácil: mejor un ensayo 
sobre los versos de Pessoa:

¿todas las cartas de amor son ridículas?
¿son dos versos, un verso o un título?

¿es Pessoa o un heterónimo?
¿quién escribe este poema?

esto no es una novela
las novelas no hacen preguntas

venden respuestas:
falsas verdades

una fábrica de humo
no hace la vida más fácil

y entonces pensar en el tercer 
poema: pudo ser social o sentimental

pero las novelas son más fáciles 
al menos las comerciales

montar skate es más difícil que escribir 
novelas, hubiera preferido montar skate

y entonces pensar en José José:
«uno no es lo que quiere / sino
 
lo que puede ser»
la canción se llama Payaso

y entonces recodar que de niño 
viste a un payaso a los ojos

y lloraste de la emoción
le dijiste a tu madre que querías

ser un payaso de grande
y tu madre se puso a llorar

luego lo escribiste en una novela
y no vendió los ejemplares que soñaste

y nadie lloró de emoción al verte a los ojos 
aunque tú lloraste al verte al espejo

pero es mejor pensar en el cuarto poema 
es una publicidad, mejor saltar el anuncio

y entonces estar en una camioneta 
rodeado de personas que no conoces

que se ríen de ti y recuerdan con nostalgia 
los momentos que sigues viviendo con horror

atorados en el tráfico pensar en el poema 
número cinco y responder la pregunta

¿por qué hablar de poemas y no de poesía? 
aunque a los muertos no les guste la respuesta

tal vez te lleve antes por un problema de palabras 
el conductor pregunta: ¿por qué hablar

de canciones y no de música? 
respondes con otra canción

pero te apagan la radio
es difícil mantener el silencio

el poema terminó hace rato 
pero quieres que el poema siga

y entonces estar en una discoteca 
no sabes si hay música o canciones

de fondo, pero sabes que en un rato 
tocan unos amigos y que ahora estás
 
con otros amigos y ya no con el conductor 
alguien te pregunta por el sexto poema y

respondes que crees en dios, que de escribir 
su nombre lo harías con mayúscula

aclaras que hablar de la iglesia es como hablar de 
[poesía 
y que de escribir su nombre lo harías con minúscula

creer en dios para creer en la vida después de la [muerte
la imposibilidad de creer en la muerte después de la [muerte

y entonces pensar que el poema debería seguir: 
y el poema sigue, pero no necesariamente

hablar del último poema 
de lo contrario, muerte

en el futuro el orden será distinto
pero para entonces ya no importará el libro

no hay mucho más que decir
el poema debería ser menos largo

pero a estas alturas de la noche
ya no puedes controlar la extensión del poema

pero si dependiera de ti, lo terminarías
eso lo quieres dejar claro: tatuarlo en piedra

y entonces pensar en otras expresiones 
como al pan, pan y al vino, vino

podría ayudar hacer una lista de lugares comunes preferir el verbo conmover a compartir

ni hablar de experimentar
hablar de la experiencia y no del experimento

y entonces estar pegado al suelo 
la mirada pegada al piso

y el sentimiento de culpa
por las posibilidades del poema

que no cumpliste
y el sentimiento de culpa

por la incertidumbre de cuándo
 acabará el poema

y el sentimiento de culpa
por saber que no podrás volver

llevar una mochila y que no sea 
un símbolo, sino una carga

querer dejarla pero sentir miedo 
arrepentirte arrepentirte arrepentirte

de no ver a tu madre, de no ver 
a tu novia, de no ver a la muerte

de dejar el colegio, de dejar el 
aeropuerto, de acercarte a la muerte

pedir una nueva oportunidad
aunque sabes que no harás la diferencia

entonces imaginas un poema
un poema largo que siga el poema

un poema para mantenerte en la realidad 
para decir cosas, no lo que sientes

no lo que piensas, no lo que tienes
sólo lo que ves: una reunión con amigos

un viaje en carro y un trago con la muerte 
tal vez un amigo te abraza y te habla,

pero tal vez no lo entiendes 
tal vez te invita una cerveza

tal vez luego te roba o tal vez 
no te roba, pero sí o sí te miente

y esa mentira te deja sin dinero 
terminas pagando todo

aunque tal vez no recuerdes que
tenías dinero, si apenas tienes este poema

tal vez entonces no sientas que es un robo 
tal vez sólo ya no tienes algo que nunca

pensaste tener y tampoco está más
tu amigo, sólo tú en un asiento trasero

siendo conducido por alguien que no conoces
 hacia un destino que tampoco conoces

pronto llegarás a casa 
y no podrás dormir

esperar no haber perdido la mochila 
tener con qué pagar y sin querer

anticipar los aplausos antes del final
pensar que el poema no debería terminar así
 
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