Tijuana, Baja California
Como perfecta, admirada, digna de lo más admirable que ha creado el mundo.
Ingenio de mis sueños.
¿Cómo tu poesía pudo hacerme infeliz?
Yo que en tal sugestión, con la mayor delectación de todos mis versos,
Me postraba con embeleso por todos tus arreos.
Y en este enamoramiento impróvido
recurro a beber inmortalidad de tus labios
Y dejo mi vida en cada sorbo, siendo entonces
Mundano a la embriaguez repetida de tu boca.
Oh perfecta,
Intento definir la perfección ahogando mis labios en los tuyos.
Como si, modestos, al contacto sonrojarán su bella palidez,
Como inculpándose de haber cometido tal desliz.
Oh perfecta.
¿Cómo debo terminar esta elegía tuya?
Si quería darle perpetuidad,
¿Cómo eternizaba mi adoración en cada respiro,
Que huía a posarse en tus labios
Cuando yo me postraba a tus pies?