Mitología / Prince Okami D’aria

Tijuana, Baja California
 

El carro de Febo asciende, su hermana Eos ha abierto las puertas de Oriente, y Horas ata alazanes alados a su carro. Jano lo espera, abriendo las puertas del Sol, y éste a un lado de él se conmueve y congratula.
   Su hermana Selene se refugia en Morfeo, mientras Helios conduce su carro áureo a través del Edén, proporcionando luz a deidades y mortales. Desde Oriente durante la alborada, desde Poniente al ocaso. Espera el crepúsculo hasta sumergirse en el océano occidental, y regresa a Oriente, para repetir el episodio al día que sigue.
  [Se vislumbra a lo lejos Perséfone debatiendo su existencia entre la oscuridad y la claridad del mundo, que ha decidido Hades.]
  El carro de Febo desciende, Helios abre camino para que la dulce Selene despierte; un cielo tachonado de astros celestes.
   Llega Helios a besar a su esposa la ninfa Clímene, observa a su hijo el joven Faetón, recuerda que le prometió concederle todos sus deseos. Al día siguiente, Faetón quiere conducir el carro de Febo, de Oriente a Poniente, tal como su padre. Helios le advierte del peligro a causa de su impericia y siendo mortal. Faetón insiste en que cumpla su promesa.
   Helios lo deja conducir, sin embargo Faetón pierde el control de los flamígeros equinos y el carro cae muy cerca de la Tierra, provocando un calor intolerable.
    Faetón criminal. Helios criminal.

 

 

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