La experiencia de la vida nos enfrenta a circunstancias individuales y precisas, y al mismo tiempo a experiencias de naturaleza ontológica, digamos primigenia. Se concibe como una falta de algo inalcanzable, nostalgia que tiene que ver con el paraíso perdido, con el vacío que sentimos cada vez que respiramos profundo y nos embarga la necesidad de llegar más y más lejos, traspasar el contorno de los cielos, o de manera inversa profundizar en el cuerpo y sus tejidos para saber dónde nacen las células y cómo el sueño se hace verdadero.
Vivimos un tipo de ímpetu hacia el vuelo y el cosmos, hacia el subsuelo y su tamaño minúsculo. Queremos acortar la distancia que separa los dos infinitos.
Existir en intimidad con una zona de no conocimiento significa vivir frente a la inmortalidad que llevamos a cuestas, que es la condición del paraíso perdido o jardín eterno, o edén, uno de los primeros mitos de las sociedades primitivas. A través de expresiones onomatopéyicas, desde los orígenes de la civilización se ha tratado de conectar con la vivencia mística, con el sentido divino.
La nostalgia entonces surge del abordaje emocional ante la caída en el resbaladero del tiempo que nos conduce a la muerte. Es la pérdida de vida que llevamos tatuada en el espíritu, el vuelco a la nada del todo que somos. Y su recuperación a través de la memoria.
En este número de Luvina la nostalgia desborda los textos, a través de lenguajes íntimos y —a la manera de aquellos chamanes arcaicos— nos ofrecen distintas posibilidades del lenguaje para acercarnos al misterio, diversas maneras de vivir las mutaciones del ser en este mundo limitado y específico. Versos y prosas que contienen un lenguaje secreto, próximo a la trasmutación de voces interiores en espacios donde el cuerpo se reintegra a la vida cotidiana, no sin llevar al lector por laberintos peligrosos e infiernos sanadores.
Por otra parte, la obra pictórica de Javier Campos Cabello contiene esos gritos, susurros, cantos, trazos que devienen verbos de vida humana inmortal.
Contenido
- Poemas / Olga Gutiérrez Galindo
- Nostalgia, cine, replicantes y curaduría del recuerdo / Naief Yehya
- Desde hace años los viejos han derrumbado viejos muros / Cosmin Perța
- ¿A quién pertenecen? / Gabriela Hernández
- La nostalgia / Liu Xunfu
- Tesoros en el buzón / Teresa González Arce
- En el planeta rojo / Jorge Esquinca
- Viejito culiado: poema en Slack / Aziz Córdova
- Vaciar una casa / Gabriel Wolfson
- Ganke / Eduardo Padilla
- El artista de la vida / Alonso Cueto
- Poemas / Judith Santopietro
- Recordarás estas palabras / Myriam Moscona
- Poemas / Melissa Niño
- El sobre de mis muertos / Juan Fernando Covarrubias
- Poemas / Alexandro Castro
- Marcado por el aburrimiento / Daniel Centeno
- Poemas / Óscar Tagle
- Vasos comunicantes en dos artistas de la modernidad: Helen Frankenthaler y Willem de Kooning / Verónica Grossi
- Poemas / Sofía Rodríguez
- Kintsugi / Carlos Domenzain
- Desencuentro / José Luis Vera
- Sobre el inminente fallecimiento de mi abuela / Nathaly Bernal Sandoval
- El regalo / Nicolas Kouzouyan
- El Pantano de la Nostalgia / Vonne Lara
- Face to Face / Ibrahim Hernández Oramas
- Primavera en paréntesis / Adriana Díaz Enciso
- En una carrera contra la realidad / Silvia Eugenia Castillero
- Una bestia que nos devora / Franca Álvarez
- Poemas / Víctor Cabrera
- David Huerta entre luces de bengala / José María Espinasa
Concurso Literario Luvina Joven
Páramo
- Celular a pan, agua y latigazos / José Manuel Torres Funes
- Los sueños errados de Steven Millhauser / María Negroni
- Metrópolis un desdoblamiento editorial / Carlos Vicente Castro
- Apuntes sobre la poesía de Antonio Lucas / Paulo Caffo
- Nostalgia por la Roma / Alfredo Sánchez Gutiérrez
- Venas al frente, festines de sangre y mal gusto / Iván Ortega
- Lo oscuro y lo visible / Ernesto Lumbreras
- Nostalgia por Nostalgia / Hugo Hernández Valdivia
- Mesa de novedades
- Mario Heredia crea collage con partituras centenarias / Víctor Ortiz Partida