(Oviedo, 1931). Su libro más reciente es La pobreza (Galaxia Gutenberg, 2020), segunda entrega de sus memorias.
Ocultos en el rocío, frutos prendidos del pasado exceden su linfa natural. Ved las ciruelas, pétalos un día, leves pistilos damascenos. Y las manzanas lentamente amarillas, libres de sombra sus cristales íntimos, contiguas del lienzo blanco y de la fuente cóncava. Y ahora ved más acá; ved la ternura doradamente ofrecida del pan dormido en su lecho de mimbres.
Pero acercaos aún, descubrid, en el lintel claro de la porcelana antigua, el vino reservado, la inminente dulzura en sus gloriosas azumbres.
Ah epifanía sustancial alzándose, turno en la tempestad, ávida púrpura, felicidad, felicidad: reír, cantar, desconocer; vivir atravesados por la música. Traed el vino, amigos míos. Reunid vuestros rostros en la luz; permitid que la ebriedad os posea: su locura es vuestra certidumbre. Yo cederé un instante a mi vejez, pero beberé con vosotros antes de que vengan sombras. Quizá me adormezca. Pasarán las horas y cesará la noche. Ceñido aún por la suavidad de los sueños, abriré un instante mis ojos. Será una sola vez. Para veros en torno a mí altos, alegres, girando y cantando,
acompañándome
en mi último amanecer.