Poema

Verónica Grossi

(Guadalajara, 1963). Autora de Sigilosos v(u)elos epistemológicos en Sor Juana Inés de la Cruz (Ed. Iberoamericana / Vervuert, 2007).

1. Amanecer

Un regreso hacia el abrazo
se entrecorta el pensamiento 
en un paseo de asombros y sorpresas
bajo el farol 
caminar de la mano
las grullas a lo lejos
una farfulla disonante
aguda 
penetra el oído 
en plena oscuridad.



2. Congregación

Un parloteo de grullas plañideras
en plena cofradía
el espesor de la mañana 
asciende
de su capa en vuelo 
el ave nocturna
vierte un chirrido 
perforador de sueño
grullas plomizas 
de testa grana
y afilados picos amarillos
voces altisonantes 
aunque lejanas.



3. Bajo la nieve

Una cháchara de grullas 
el espesor de la neblina
cuando la luz apenas transparenta 
un prisma de vapor 
la gravedad de la humedad 
rozando hojas
verdores acojinados
bajo la nieve.



4. Sonido

Congregación de alas
blancor sombrío
más allá del espesor de la neblina
la calima
imaginarlo así
a través de la bruma
puntadas de gritos 
cada vez más inaudibles
lo que importa es sumirse en ese viaje
bajo los faroles
caminar de la mano
el pensamiento vuelve 
un martilleo
parloteo nacido de esos picos amarillos
pensar
disuelta la memoria
cada vez más
círculo
de alas agrisadas
se discierne 
otro sonido
la penetración aguda
de un motor.



5. En busca de refugio

El hogar se difumina
se vuelve giratorio
un cuarto de espejos
en el techo
un foco
nunca se apaga
encontrar esa puerta 
para salir a la plaza
no hay nadie
sólo edificios inmensos
con balcones
las puertas cerradas
las banderas en el techo
se mueven con el viento
un silencio abisal
¿cómo eran las voces?
vuelve un relámpago 
cae la tormenta
el viento golpea los vidrios
ya no hay batientes ni ventanas
luces fulminantes 
la danza frenética
golpea la tarima
la bailarina
suda, tira camisetas
se moja el pelo con una botella de agua
el estrépito
golpea los oídos
una perforación creciente
la danza se desborda 
en una mueca mecánica
sonríe 
sigue 
hasta desfallecer 
el público absorto 
ante el ruido
la oscuridad parpadea 
en la estridencia 
luces fosforescentes
el aplauso se extiende hasta la plaza
el espesor de la humedad cae 
los cuerpos unidos
un mismo terror
en el aire
los ecos 
claman
una plegaria
salvar 
los cuerpos
en el canto.
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