Poemas

Sergio Téllez-Pon

(Ciudad de México, 1981). En 2017 apareció su antología Un amor ardiente. Poemas a la virreina. Sor Juana Inés de la Cruz (Ediciones Flores Raras).

Hotel Congreso, cuarto 126

La ciudad se quedó afuera
con su escándalo de fin de semana.
Además, llovía en pleno invierno.

Refugios seguros para los amantes, 
cuartos de hotel siempre pequeños, 
mal iluminados, el baño al fondo,
al centro, la cama dura para mal pasar la noche: 
una fortaleza dentro del refugio;
allí agazapados huimos de nuestros depredadores.
No les permitimos la entrada a nuestros fantasmas.

Esa noche ese cuarto fue un castillo amurallado, 
almenas construidas con la solidez de nuestros deseos,
torres apuntaladas por los sexos enhiestos.
Ya en el duelo, no hubo armaduras para los combatientes,
la piel embistió incesante sobre la otra piel,
las piernas se trenzaron con sus mayores fuerzas 
hasta que los cuerpos extasiados no pudieron más
y quedaron sólo unos silenciosos alientos agitados.

La ciudad ofrecía una fiesta allí, en cada esquina; 
nosotros nos resistimos a esa y todas sus tentaciones.

De la serie Noches en hoteles de una noche
(Eliot ft. Gil de Biedma).

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a la memoria de Antonio Alatorre


Nos vamos quedando solos,
nos dejan en el desamparo, 
ustedes, los contados sabios 
que en el orbe han sido;
en medio de este mal mundo,
justo cuando se imponen
la barbarie y la ignorancia.
Todavía se me encoje el corazón
cuando pienso en él, en que ya no está
allí para recurrir y consultarle...
No hay ningún consuelo posible,
ni siquiera en las palabras que nos legó.
Los aullidos en plena tempestad 
desorientan de sus rutas a las ballenas,
encallan en playas donde van a morir.
Y los océanos detienen su oleaje,
un hecho inusitado que sólo se presenta 
cuando muere uno de nuestros sabios.
A la voz de las víctimas que claman
—la voz de una sociedad envilecida—,
harán falta sus palabras pidiendo para la poesía
la egoísta intimidad de la lectura. 

Octubre de 2010.

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