Visitaciones / Memoria. Olvido. Imagen / Jorge Esquinca

a Mónica Cárdenas

Memoria. Una caja negra en el fondo de un lago. A su alrededor giran peces transparentes. La caja se abre. Uno de los peces entra. Podemos verlo entonces, en el instante previo a su desaparición.
Olvido. La huella de nuestros pasos en aquel jardín. Una gota de lluvia que se demora, resbala, cae en el cáliz de una flor cuyo nombre nunca sabremos.
Imagen. El ojo del cazador se desplaza con la velocidad del rayo. La mariposa tornasol en su vaivén. Del pasado al futuro en un instante. La mirada es el tiempo presente.
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Memoria. Una caja negra sobre una sábana blanca. El cuerpo desnudo de la mujer que hemos amado. Un haz de luz enciende su sexo. La caja se abre, brota una mariposa.
Olvido. La nube que surca el cielo de la infancia. El zapato trapecista del alumbrado público. El rostro entrevisto en un espejo.
Imagen. Un trozo de cuarzo en la mano de un ciego. Las palabras «Hágase la luz», escritas en la marquesina de una óptica.
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Memoria. Una caja negra en la vitrina del anticuario. La circundan fósiles, relojes, espejos. En el interior de la caja negra, silencioso, crece un jardín.
Olvido. La primera vez que escuchamos el sonido de la palabra «ámbar». La primera vez que percibimos el deseo en una mirada. La primera vez que alguien dijo nuestro nombre en un sueño.
Imagen. A escenarios volátiles, vistas fijas. La espiral de la vía láctea tiene un centro móvil: tu mirada.
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Memoria. Una caja negra en el centro de una calle vacía. El sol está detenido en su punto más alto. Nubes inmóviles. Un niño se acerca. Pone su cabeza sobre la caja. Escucha el sonido del mar.
Olvido. El brillo de una moneda en el fondo del pozo. El rescoldo de una fogata en la noche del bosque. La flama de la única vela encendida en el interior de una iglesia.
Imagen. Una resistencia en el tiempo, la prueba palpable —visible— de nuestra residencia en la tierra.
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Memoria. Una caja negra en la base de una pirámide. La abres, adentro hay otra pirámide…
Olvido. Pero tal vez el olvido no existe y todo está inscrito en el cristal de esa memoria: el universo.
Imagen. «No se trata de hacer una imagen. Es preciso que llegue por sus propias alas. La imagen es una creación pura del espíritu» (Pierre Reverdy).
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Memoria. Una caja negra con inscripciones: recordar, acordarse, concordar; recuerdo, acuerdo, concordia. Todas ellas derivan de una: corazón.
Olvido. Pero tal vez aquello que llamamos memoria es un compuesto de recuerdo y olvido. Con un ingrediente indispensable: la imaginación.
Imagen. Entre la «creación pura» y el «instante decisivo» la imagen es el recuerdo de algo que está a punto de suceder l

Este texto forma parte de la agenda fotográfica 2014 De la memoria y el olvido, recién publicada por la editorial Los Ojos del Tiempo (losojosdeltiempo.com).

 

 

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