(Moulézan, Francia, 1936-2023, Saint-Jean-de-Védas, Francia). Su último libro publicado en español es «Desapariciones» (Bonobos, 2017).
Franc Ducros disfrutaba repitiendo la opinión de Pierre Reverdy acerca de Las flores del mal: «Baudelaire sólo escribió un libro de poemas, pero es a lo que yo llamo un libro». Los borradores, los manuscritos, los poemas inconclusos o descartados, los poemas dispersos, los poemarios que van apareciendo al paso de los años, todo, en suma, en el trabajo de un poeta, según esta idea, se dirige a un mismo destino: ese libro definitivo, «arquitectónico y premeditado» que Mallarmé anunció alguna vez como propósito alquímico de su vida. Sobra decir que también lo que desaparece de la obra de un poeta, por corrección o eliminación, incluso por abandono, negligencia u olvido, existe como fantasma o reverso inmaterial del edificio que su creador, acaso ilusoriamente, intenta construir.
Nacido en 1936 en el pueblecito de Moulézan, cerca de Nîmes, Ducros publicó su primer libro de poemas (Les yeux, la terre, de 1992) a la edad ya no tan juvenil de 56 años. Más adelante fueron apareciendo S’ouvrant, l’arbre (1997), Du noir cela (2000), Ici partagé, disparaissant (2006) y Évanouie la parole (2016), además de una cifra considerable de poemas en ediciones de artista. Con todo ello, enmendándolo y ajustándolo, dándole un orden muy diferente al cronológico y, por encima de todo, ciñéndolo a un propósito de austeridad y sumo rigor, Ducros formó un libro, su libro definitivo, en 2019, titulado L’oubli l’éclat. En las brevísimas y valiosas notas que dan término a ese volumen, Ducros apuntó que hay dos formas de olvido. Por un lado, el olvido es «esa parte de la memoria que ya no conocemos» y que, al mismo tiempo, «nos mueve sin que nos demos cuenta». Por otro lado, el olvido es la condición de toda poesía en el mundo actual, pero también, y sobre todo, el ámbito en el que Ducros aceptaba que su obra existiera, dando por hecho que sus contemporáneos la ignorarían.
Los tres poemas que aquí se presentan son secciones de L’oubli l’éclat. «Toros» acompañó, en su origen, una serie de acuarelas de Jean Azémard. «Tres olivos» y «Las estaciones del pájaro» habían aparecido por primera vez en Évanouie la parole.
Hoy, quienes alguna vez fuimos contemporáneos de Ducros hemos dejado de serlo, puesto que murió el 6 de agosto de 2023 en Saint-Jean-de-Védas, a las afueras de Montpellier. Nuestro tiempo ya no es el suyo. Acaso habrá comenzado, con ello, una edad en la que, sepultado en su época, el aliento de Ducros renacerá y nos moverá sin que nos demos cuenta.
toros
en torno
a esta herida
roja, lo negro
se yergue
<
arrojado, negro, el rejón rojo lo ha traspasado < pero lo negro que por meandros atraviesa la roja herida va a morirse en lo blanco < el animal negro que se tuerce traspasado se yergue por su peso < hasta el fondo de la carne se hunde esta herida y atraviesa la tierra < del suelo se levantan el animal y la herida < chorro de sangre atraviesa el animal y la tierra < al atravesar la tierra estalla azul la sangre < el animal negro en el aire azul tres olivos desgarrando la redondez del viento, entrelazando el oro blanco del aire multitud de hojas a la inversa de tierra oscura salidas < por tronco rugoso y ramas retorcidas se eleva hasta lo azul como temblor de hojas el trabajo oscuro de la tierra < a través de lo azul: oro del día, hojas grises alcanzar eso invisible entre el ojo y la tierra las estaciones del pájaro de arbusto en arbusto él conoce la muerte por la tibieza del aire < tan fría como la tierra la madera del árbol él canta en el árbol pese a todo en el mundo blanco < la ramita arrancada él trata de plantarla en el cemento del muro < y para terminar solo él desaparece en la luz
Versiones del francés y nota de Luis Vicente de Aguinaga.
taureaux // autour / de cette plaie / rouge, le noir // se dresse // lancé, noir, il s’étale, la / lance rouge / l’a / transpercé // mais le noir / qui sinue, que traverse / la rouge / plaie, dans // le blanc va / mourir // la bête / noire qui se tord / traversée, sa // pesanteur la dresse // jusqu’ / au fond de la chair / s’enfonce cette plaie / et traverse la terre // de / la terre montées / la bête et / la plaie // jet / de sang / traverse la bête / et la terre // traversée la terre / éclate bleu / le / sang // la bête // noire // dans // l’air bleu
trois oliviers // déchirant / la rondeur du vent, enchevêtrant / l’or blanc de l’air // foule / de feuilles à l’envers / issues de terre / obscure // par / tronc rugueux et branches / torses / s’élève jusqu’au bleu / en tremblement de feuilles / le travail / obscur de la terre // à travers / le bleu: or / du jour, feuilles grises // atteindre / invisible cela // entre l’œil et la terre
les saisons de l’oiseau // de buisson en / buisson // il // sait la mort / dans la tiédeur de l’air // · aussi froid / que la terre le bois de l’arbre // il // y chante / quand même dans le monde blanc // · la / brindille arrachée // il // tente de la planter / dans le ciment du mur // · et pour finir / tout seul // il // disparaît / dans la lumière