Luvina 98 / Textos
Zenyazen y Zeus salieron apresurados con la llave en mano. Su madre, Migdalia, no los vio salir. Tan sólo escuchó sus pasos mientras huían por las escaleras, acompañados por sus gritos hasta la puerta del jardín de atrás. —¡¿Dónde están?! —les gritó. Ambos niños sentían la voz de su madre como apalancada sobre sus hombros,… Seguir leyendo Dios padre / Daniel Centeno