Preparatoria 11
… 10 de noviembre de 1994.
Comienza otro día. Como de costumbre, salió una hermosa dama a regalarme un poco de agua. Ella me platica:
–Me siento sola. Cómo me gustaría tener a alguien que en realidad me escuche y me pueda ayudar con todo lo que me rodea.
Yo la escucho, pero no puedo dar una opinión ni un consejo, ella ni siquiera puede oírme.
Una noche me dije: “Me gustaría poder ayudarla como ella se ocupa de mi bienestar”. Pasaron varios días y…
… 22 de noviembre de 1994.
Curiosamente, comienza a salirme cabello. ¿Qué me sucede? Sigo cambiando y no comprendo por qué razón, es un cambio totalmente extraño.
Esta mañana, como es costumbre, ella está aquí conmigo; me observa detalladamente y no lo puede creer, sólo me falta un par de piernas para ser como ella.
Me pregunta qué me ha pasado. No sé qué contestarle aun, pero ahora ya entiendo por qué este cambio. Mis raíces salen de la tierra y me sale un par de piernas.
Creo que hoy ya estoy listo para poder ayudarla y estar con ella el tiempo que necesite, como ella lo ha hecho conmigo.