Proceso constructivo
el inicio abandonó al poema y al final aparece. «en primer lugar» o
«ahora» —así uno puede comenzar a la segura. con «el segundo» ya
está uno dentro. sigue un «ya» en el sentido de: a partir de aquí
ya no sabemos nada. una vez más desde el frente: primero: el serrucho.
segundo: el lápiz. lo primo apremiante. tercero: oh zwingli! oh
con él mucho cuidado! tiembla lo allá escrito a la mitad de camino. si ello
empero pertenece fenece —¡no lo sé! el hombro le indica su
estatura a la duda. la cerveza tornea este son enigmático.
zwingli se irisa. está más allá por si el ímpetu. lo tendríamos. propuestas
para un próximo trayecto se elevan consecuentes a ambos lados.
recepción del agradecimiento en la maniobra «no-hay-por-qué» más pura.
queremos por cierto un poco más. mucho más! articulado enlazamiento
de sintáctica estructura. resultado: supertextura. así se apura uno por
la parte media. ella (zwingli así sea) elévase con doble arquitectura.
escuche ahora: ahora cierro bien la boca —¿y quién se planta una vez más
junto a la segadora? no es —en segundo lugar: ¿el mismo lírico, aquel que
[arriba
se jactaba con escrúpulo? aquí clausuro con el colon. el final ya
traza sus puntadas. ¿que si es lindo acarrear el inicio hasta el cierre? sí
que lo es. el cierre es siempre lo más largo. empujamos y empujamos
y gozamos rabiosos el vacío. así se planta el pie muy firme en la cuestión.
[pero
¿cómo es que uno continúa impulsando? se acuña el rato en la cuña. uno
imita salamandras, manijas de puerta examinadas a detalle (búlgara
[embajada) y
grita: ¡ya vamos tan lejos! se requiere un gremio de almadías, que pueda
sostenernos todavía! entonces —ya casi murmurado: de acuerdo! adoramos
el morder punta de lápiz. nada más —cupo todo en el quicio. aquí termina el inicio.
Versión de Daniel Bencomo
der anfang verläßt das gedicht scheints zuletzt. «erstens» oder / «jetzt» — so kann man sicherlich beginnen. mit «zweitens» ist man / mittendrin.es folgt ein «schon» im sinne von: schon weiß man / nicht mehr weiter. also noch einmal von vorn. erstens: die säge. / zweitens: der stift. das dringliche ding. drittens: oh zwingli! oh // schutz vor ihm! geschrieben haut das halbwegs hin. ob es jedoch / gehört verstört — ich weiß es nicht! der zweifel weist seinen / schranken die schulter. bier formte diesen wundersamen sang. / zwingli changiert. steht fürderhin für drang. das hätten wir. vorschläge / für weiteren verlauf heben sich entsprechend gegenseitig auf. // entgeggennahme des dankes wie der huld in schierer «nicht dafür»— / manier. wir wollen nämlich mehr. viel mehr! gelenkte verschränkung / der syntaxsruktur. ergibt: die supertextur. so eilt man durch den / mittelteil. er (zwingli sei bei!) besteht aus baulich zweierlei — hören sie / nur: gerade mach ich den mund zu — und wer steht da schon wieder // am häcksler? ist das nicht — zweitens: derselbe lyriker, der oben noch / mit skrupeln protzte? ich schließe hier mit kolon ab. dann naht bereits / das ende. wie schön es ist, den anfang in den schluß zu schieben? sehr / schön ist es. der schluß ist immer das längste. wir schieben und schieben / und freuen uns arg an der leere. so steht die sache fest im schuh. wie // aber schiebt man weiter? man treibt die weile in den keil. man ahmt / salamander, begutachtet ausführlich türgriffe (bulgarische botschaft) und / schreit: so weit sind wir schon! es braucht eine gilde von waltern, uns / jetzt noch zu halten! dann — fast schon gehaucht: es stimmt! wir lieben es, / am bleistift zu lutschen. nichts weiter — alles drin. hier endet der beginn.