Poemas / Camilo Retana

La caída del muro

Con la disciplina de un samurái
me preparo el desayuno.

Del otro lado
el vecino reconstruye el muro
que recién derribó.

Dividirse,
luego juntarse.

Levantar muros
por el placer
de verlos caer.

 

El sabor amargo de los días

El sabor amargo de los días,
la derrota que te lastima
como un beso en la boca.

Tenés unos años más
que hace unos años.

Allá abajo,
unas calles después de la 45,
el paisaje del otoño
te recuerda
que no naciste aquí.

Desde arriba,
tu cuerpo mojado por las hojas
parece un nacimiento.

Comparte este texto: