La Verna
Fue un día plagado de signos
para cada uno de nosotros:
Agnóstico italiano,
budista unitario estadounidense,
buscador hindú
Fuimos porque nuestro amigo
—gay, católico, toscano—
lo recomendó. «Jesús es Dios
y Dios es uno » , dijo,
«Y eso debería dejar fuera a San Francesco,
pero incluso así lo amo
y lo amo aún más
cuando voy a La Verna » .
Y así fuimos
una tarde de marzo
sumidos en un delirio
de roca, lluvia y cielo giratorio
suspendidos
entre el Tíber y el Arno
entre una geología salvaje y la intensa luz
donde el viento es vuelo de halcón
y gravedad aérea.
donde el sombrío búho blanco
lo ha visto todo
la alquimia diaria
de la roca derritiéndose en el bosque
el lobo en el cordero
el cielo en el mineral
la raíz retorcida en el cosmos
donde la fe es un demacrado crucifijo de madera
contra un dolor de valle
y oración
el grito de cernícalos enredados
en madera de haya antigua
y el repentino derrame de luz
a través de una nube ondulada por el viento que cae en picado
Y estaba la rusa de ojos brillantes
que nos encontramos afuera de la capilla
de Santa María de los Ángeles
que me dijo que su guía espiritual
era indio
y nos quedamos calladas
al encontrar que llevábamos en nuestras bolsas
la foto del mismo fakir
con mirada burlona y túnica sucia
Se sentía como si ese día hubiera algo
para cada uno de nosotros
Podría haber sido
el hueco del precipicio marcado
por la cañada
Podría haber sido
ese gentil santo del valle marcado
por el amor
Nunca supimos
y no fuimos más sabios después
si acaso había uno
o muchos
o ninguno en absoluto
Pero muy por encima del valle de Casentino
hubo un día en marzo
—estaríamos de acuerdo
nosotros tres—
que no podría ser domesticado
por la aritmética
Instalar los protectores de pantalla
Y debe ser
porque no estoy lista aún
para que este periódico signifique tanto
como un nido de gorrión
para que el verso de la tarjeta de felicitación signifique tanto
como Basho
para que alguna emulsión arremolinada de infinito
signifique tanto
como tú
Y debe ser porque algunas palabras
son aún más jugosas
que otras
(emoliente, neuma, amor)
y algunos momentos
aún más preciosos
vamos a ponerle una tapa
dibujar el velo
instalar los protectores de pantalla
Dejar que las cosas no pierdan su calidad
Déjame no ser tú
Detener el exceso
de igualdad
Dejar que las distinciones permanezcan
Supongamos que hay
algo
que perdona
la definición
que entiende
un poco
de jerarquía
¿Quién desea un panorama general ?
Más luz, más color, más nitidez, más calidad.
Más tú
Más
Más
Sólo más servirá.
El fin del mundo
El fin del mundo
es la escalera eléctrica que va hacia atrás
el pájaro que se abandona
en hoja
la tortuga que se congela
en roca
los sorbos sincopados
de las hijas de la televisión india
disolviéndose
en un estanque rosa de Revlon.
El fin del mundo
somos tu y yo retirándonos
de esta conversación
Versiones del inglés de Víctor Ortiz Partida.