El recuerdo del ahora
para Eduardo Chirinos
Abajo dejé una vela encendida
A su luz leeré algunas líneas cuando regrese
Cuando regresé la vela se había apagado
Esas pocas líneas se habían desvanecido como la inocencia
Tú caminas conmigo
De la misma manera en que la luna camina con un niño sentado ante la ventana de un tren
Me paré en el balcón un día
Agité un pañuelo hacia el cielo
Los que se han ido sin despedirse
Lo reconocerán incluso desde lejos
En mi pañuelo dejaron sus lágrimas.
De la misma manera en que los primeros humanos dejaron sus dibujos grabados en las paredes de la cueva
Lyotard dijo: cada oración es un ahora
No. En realidad es un recuerdo del ahora
Cada recuerdo es un poema
En nuestros libros, la suma de los poemas no escritos es mucho mayor
Mi lengua, mi futuro
En las afueras de la ciudad, en el basurero debajo del puente
El poeta más anciano de mi idioma mastica pan mojado en té
Este hombre inventó la poesía incluso antes de Afzal (1)
Los trescientos treinta millones de dioses viven en su barba como piojos.
Los pelos de su cuerpo son todos sus poemas no escritos.
Traza las palabras en el aire con los dedos.
De esta manera, él escribe a su pasado todas las noches una carta
Que se pierde incluso antes de encontrar un sobre
Una vez antes de morir
Al menos una vez
Espera recordar la cara y el nombre de la mujer
Que alguna vez durmió con su libro de poemas
Apretado bajo la almohada
La lengua de KumÄrajÄ«va
KumÄrajÄ«va vivió en el siglo iv. Fue el hombre que realizó las primeras traducciones chinas conocidas de los Sutras budistas del sánscrito y del pali local. Amplias traducciones. No será una exageración si decimos que, de la historia antigua, él fue el mejor traductor conocido. (Aunque hubo muchos traductores antes que él, sus nombres no pudieron llegar a los tiempos modernos. Incluso si hubieran llegado, serían poco conocidos).
Se dice que sus traducciones fueron tan auténticas, tan fieles al original, tan estrechamente acopladas a la verdad, que cuando murió y estaba siendo incinerado, todo su cuerpo se quemó y se convirtió en cenizas, pero su lengua resistió las llamas y no se quemó.
Luego, con esa lengua, KumÄrajÄ«va había traducido, oralmente, con palabras dichas, los Sutras al chino.
Después de todos estos años, se están realizando traducciones inversas de los textos traducidos. Los tratados originales del sánscrito-pali se han perdido para siempre, pero en chino todo eso sobrevivió. Hoy podemos aprender muchas cosas sobre Buda con base en traducciones al inglés y al hindi-sánscrito del chino.
Entonces, la lengua de KumÄrajÄ«va está presente en gran parte de lo que sabemos sobre Buda hoy. A pesar de eso, no sabemos nada sobre KumÄrajÄ«va En la historia de las lenguas, por lo tanto, la lengua del traductor es la más desinteresada.
La lengua del traductor que ni siquiera el fuego tiene el valor de quemar.
Si matas la verdad, aparecerá la traducción de la verdad. Si destruyes la traducción, aún persiste la verdad del tamaño de una lengua. Ansiosa, inquietamente, saltando y rebotando, seguirá diciendo sus palabras.
Versiones del inglés de Víctor Ortiz Partida.