Palabras vacías / Diego Castro Gutiérrez

Preparatoria 15

No tengo ganas de ser yo, quiero escapar a otro mundo donde no haya nada y descansar de todo esto que me atormenta; quiero vacacionar donde yo esté lejos de mí y pueda estar en paz. Dejar todo por un tiempo y reflexionar sobre todo, para saber qué es lo correcto. Ya no me quiero equivocar, ya no quiero sufrir… Aunque ya no siento nada, quiero dejar atrás todo, o por lo menos olvidarlo por un segundo. ¿Dónde está esa paz que he buscado por tanto tiempo?   ¿Dónde está esa prosperidad, esa felicidad, esa tranquilidad? ¿Está oculta? Me canso de buscar eso en todas partes. A veces me doy por vencido para luego decir que soy un tonto y empezar a buscar de nuevo. Se ha vuelto un ciclo. Y yo sigo igual. ¿Quién soy yo? ¿De dónde vengo?¿A dónde voy? Estas preguntas cicatrizan en mi cabeza dando mil vueltas… Y yo busco una respuesta pero no la encuentro. Creo que yo mismo me oculto estas mismas respuestas para atormentarme. Busco, busco tantas cosas en esta vida que me siento perdido, sin nada. Pero esto ya no me afecta, lo acepto y lo cargo con orgullo. No lo puedo negar, estoy envuelto en una cobija de tristeza y he estado ahí tanto tiempo que tengo miedo a un cambio. Y sin pensarlo, con mis acciones yo mismo me quedo en mi tristeza, alejándome de los demás. Creo que me sentiría raro sin ella. Qué tonto, ¿no? Nos quedamos con lo malo, esperando a que los demás se admiren de nosotros. Parece inverosímil, pero es la verdad. Así es la vida y hay que vivirla. ¿Qué ganamos si nos quedamos tristes? Pero también ¿qué ganamos si vivimos felices?

 

 

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