Mesa de novedades

Porque sí

Detrás de un asesinato perpetrado por una sola persona hay siempre más culpables, así sea únicamente en el plano moral. Julián Herbert puso todo su talento narrativo en La casa del dolor ajeno, descrita en su subtítulo como una Crónica de un pequeño genocidio en La Laguna, para demostrar que el asesinato de alrededor de trescientos inmigrantes chinos perpetrado en Torreón, Coahuila, entre el 13 y el 15 de mayo de 1911, no fue sólo obra de una turba guiada por hombres levantados en armas, sino de una élite que permitió que a la sociedad permeara el odio a los asiáticos, lo que provocó finalmente una matanza gratuita: «a la mayoría de los súbditos celestes se les ejecutó porque sí: por odio racial, por envidia económica, por sevicia y para entretenimiento de la tropa».

La casa del dolor ajeno, de Julián Herbert. Random House, México, 2015.

 

Testigo de sí mismo
A Rogelio Villarreal le caen pésimamente cuantos, en el periodismo, la literatura, la cultura en general, cabe identificar como farsantes: los cronistas que distorsionan de modo convenenciero lo que cuentan, los autoinvestidos apóstoles de la verdad, los campeones de sí mismos y, en suma, todo aquel que encarne uno de los abundantes malentendidos que emborucan la discusión pública. Así que hay que ver lo que ha hecho al ocuparse de su propia vida en este libro urdido con anécdotas personales, pero sobre todo con una implacable búsqueda de explicaciones para saber quién es. Y quién es: uno de los testigos más atendibles de este tiempo enloquecido, un autor —lo mismo que las empresas en que se ha embarcado— de veras indispensable. Y además, claro, divertidísimo.
¿Qué hace usted en un libro como éste?, de Rogelio Villarreal.
Producciones El Salario del Miedo / Almadía, México, 2015.

 

Los Kafka de Sonora
«¿Qué hace la sangre de Kafka en México?». La pregunta no tiene que ver con el lugar común que reputa a este país como invención del praguense: es, literalmente, el comienzo de una pesquisa fascinante que sigue la huella de la parentela Kafka radicada en Sonora. Porque esto es lo que ha sabido encontrarse Franco Félix para refrendar, con la crónica que da título a este libro, su carácter como uno de los narradores más originales de la literatura mexicana actual: una posibilidad tan fascinante como la exploración que extrae de ella indicios y, en su necesidad de que lleguen a ser evidencias, adopta la verosimilitud factual como una peculiar poética. Documentos, fotos, encuentros, evasivas, pistas falsas y otras no tanto dan forma a una historia para la que no hay incredulidad que cuente
Kafka en traje de baño, de Franco Félix. Nitro/Press, México, 2015.

Pase usted por aquí
Seguramente no habrá lector de Gerardo Deniz que, habiéndose hecho de la edición original de los pormenores que el autor se avino a bridar de un puñado de sus poemas, no la atesore como uno de los acontecimientos más decisivos en su trato con semejante materia. Para fortuna de cuantos no llegaron a conseguir aquel libro, y también para el deslumbramiento infalible de los nuevos lectores de Deniz, Fernando Fernández —cuya amistad con el autor lo proveyó del mejor conocimiento para venir haciéndose cargo de la perdurabilidad editorial de su obra— preparó esta nueva edición, enriquecida con una visita más. Deniz, qué duda cabe, sigue siendo el poeta más inesperado, y este libro sirve óptimamente para saber por qué, además, seguirá siendo uno de los más asombrosos del idioma español.

Visitas guiadas, de Gerardo Deniz. Conaculta, México, 2015.

 

Ensayista fundamental
Lo mismo al dirigirse a los estudiantes graduados a los que dio un discurso en la Universidad de Michigan en 1988 que al condensar, en el ensayo que da título a este libro, las lecciones que impartió en un seminario sobre Robert Frost en el Colegio Internacional de Filosofía de París, Joseph Brodsky vehicula su pensamiento en una prosa irresistible por su resonancia poética y, desde luego, porque invariablemente da la impresión de ser un acceso directo a la sabiduría. Durante muchos años hubo que resignarse a que sus ensayos estuvieran dispersos o a volver una y otra vez a las páginas que reunían algunos en Menos que uno —además de Marca de agua, uno de los más altos testimonios del amor por una ciudad, la Venecia donde Brodsky está sepultado. Este volumen viene a recompensar de sobra aquella resignación.

Del dolor y la razón, de Joseph Brodsky. Siruela, Madrid, 2015.

Una vida plena
Precedida por el aviso que hizo a sus lectores de que padecía cáncer terminal, así como por un último artículo («Sabbat») publicado un par de semanas antes, la muerte de Oliver Sacks coincidió con el anuncio de la publicación de sus memorias. Sacks recupera sus propios pasos —lo que había comenzado a hacer ya con El Tío Tungsteno, en 2001—, pero además acude a una confrontación final con temas decisivos de su vida: su religiosidad, su homosexualidad, su timidez. Despedida inmejorable del mundo que atravesó maravillado, estas memorias pueden servir como guía a través de su obra y de sus razones, y como el recordatorio de que esa obra y la inteligencia y los amores que la condujeron (la ciencia, el conocimiento, el ser humano) impedirán que semejante humanista deje de estar siempre entre nosotros.

En movimiento, de Oliver Sacks. Anagrama, Barcelona, 2015.

Comparte este texto: