mambo del monster / Guillermo Tejeda

     ¿estaré enloqueciendo?

no me sé estar quieto en esta silla
a ver este niño, qué le pasa,
me concentro poco en lo que ocurre
aunque veo bien
si brotan los afectos
reconozco el color espeso
del deseo
a la primera brisa,
cuando caen el párpado,
la mano
o el silencio

puedo ver bajo el suelo y sobre el cielo
pero no logro entender lo que me pasa

soy demasiado bello
y liviano
para esta ciudad deshilachada
demasiado feliz, tan atractivo
soy el quince por ciento de mí mismo
apenas una sombra de mis luces

vivo atrapado entre las sombras
la noche se ilumina cuando paso
no hay ninguna esquina que me calce
y soy yo mismo cada calle
cada tienda
cada auto, cada ojo, cada rama
soy todas las cosas, no soy nada
vivo en el pasado, en el futuro
siempre atrasado o por delante
adormecido dulcemente
babeando un líquido de oro

ninguna ropa está hecha para mí
sin embargo me pongo una camisa
y la hago brillar como la luna
o morir como un derrumbe
mis cabellos son el cielo
mis zapatos dos pupilas

incapaz de llenar los formularios
porque mi nombre cambia a cada instante
tengo demasiados apellidos
mi edad se contrae y se evapora
hasta alcanzar su final
o su principio
cada casillero es una tumba
me niego a morir antes de tiempo
he perdido las llaves
no sé dónde dejé mis documentos
no quiero llevar nada en los bolsillos
contemplo sonriendo
las yemas olorosas de mis dedos

tan inteligente soy y tan brillante
que no logro contestar
a las preguntas más sencillas
cuando hay que resolver algún problema
me divierto examinando
el color del suelo
o estallo en llamas, me disuelvo

no hago caso de nadie, no obedezco
soy y seré mi propio dueño
regalador de todos
mis minutos
existir es una fiesta indefinida
no vendo mi tiempo de diamante
abro mis axilas olorosas
mi amor será siempre soberano
fresco y nuevo
como un descubrimiento

aunque sea el más top
el chico golden, felino, irresistible
el mejor y más famoso de la tierra
veloz, inalcanzable, victorioso
será casualidad, nunca un oficio,
un estado provisorio y no buscado
no quiero ir al galvano ni al coloquio
sus medallas se las metan en lo oscuro

si hago lo que hago es que me gusta
si sale muy bien, maravilloso
si no llego a tiempo al aeropuerto
da lo mismo, el planeta gira siempre
el secreto se esconde en los detalles

mandar a los demás me aburre
tanto
no voy a ser esclavo
de mi propia autoridad, de mi potencia,
eyaculo por placer, no por trabajo
no sería jamás el carcelero
de almas libres o perdidas o incompletas
debo hacerle el quite el aparato
quiero ser transversal a los sistemas
yo nací y moriré en la periferia

    
diseños modernos, rectilíneos
mis carnes se condensan como nieve
estoy dormido
he pasado por todos los salones
sin dejar contento a nadie, ni a mí mismo
mientras más me empeño en ser amable
(de verdad es que sonrío,
que me inclino)
más difícil se me hace el trato humano
me aplico en seguir todas las reglas
y me pierdo en esas elegancias
que son enredaderas venenosas
mis horas interminables de buen chico
no han servido finalmente para nada
porque el lobo silvestre
no deja de asomar el diente
y el hocico
desde dentro de mi piel tan educada

me contemplan con un vago aire de duda
de prudencia
de alborozo
toco y me tocan, yo palpito
veo cosas, me deslizo
por entre los instantes placenteros
y es que hay modales uniformes
uniformes que envuelven las cabezas
cabezas que planean su futuro
domingos divididos en horarios
horarios convertidos en sistemas
sistemas anotados en planillas
donde cada segundo está atrapado
la oficina del mundo
no es lo mío
voy a ser un verano
todo el año

    
yo no puedo ocupar el primer puesto
no cumplo jamás la expectativa
olvido todas mis promesas
el dinero resbala por mis manos
abundante y generoso, interminable
hago florecer los contratiempos
construyo catedrales
dibujadas
escribo la historia del futuro
me doy a los calores de la vida
mis piernas son fosforescentes
mis ropas flotan
a lo lejos

y así mientras me duelen cuerpo y alma
desnudo mis brazos y mi entraña
lanzo al viento todas mis cabezas
clavo las manos en el suelo
y me hundo en la música,
en la espera
camino la ciudad, viajo en aviones
devoro la belleza, me hago adicto
de internet, de la ventana,
de una cara
cada cosa es un mundo de señales

para mí ser yo mismo es la distancia
más larga posible entre los puntos
y a la vez es un trayecto tan sencillo
mi velocidad es estar quieto

sale el sol y amanezco transformado
estrellas de cristal
hay en mi cama
soy un río hundido entre los verdes
donde el amor y el temor
se escapan temblorosos

     he estado ya en todos los países
y nunca logro abandonar
mi casa ni mi cama
vivo en pequeño, en ambientes conocidos
mientras duermo navego por el mundo

soy el que soy, el que no ha sido
el que está haciendo su ser cada minuto
esa es mi solidez
el viento y la ocurrencia son mi suelo

yo celebro la naturaleza
con su carnicería brillante y necesaria,
insectos devorándose, especies nuevas
risas burlonas, lágrimas tibias
ambiciones, fracasos
y otras guerras
mi jardín es un campo de batalla
el sol pega oblicuo
luminoso

busco espacios que estén a escala humana
ambientes terrosos, color cielo
donde la tarde tibia se aposente
y los objetos relumbren
austeros y sensuales, magníficos

debo evitar en cambio
apretando las rodillas
la broma fabricada
el asado cordial televisivo,
la pandilla indistinta
el baile o la conquista lamentables
el veraneo atroz
la cena con conversaciones
envasadas
porque yo necesito inventarlo todo
imitar el software de las plantas
descubrir el hedor de los demonios
entender el abismo de las células
enceguecerme con la ceja y la pupila
dormir los lujos de cada pesadilla
vestirme y peinarme en mil estilos
seguir todas las modas o ninguna
nacer por la mañana
como si nunca hubiera estado
en este mundo
es así, respondo con preguntas
y converso con silencios
mis sueños son películas históricas
mi furia es transparente
mi territorio es el temblor y el nacimiento
mi dolor es mineral,
hijo del agua
y de todas las mezclas y sorpresas
voy haciendo mi mercado,
una colección de historias simples

sólo siendo yo mismo yo me salvo
no hay nadie que pueda reemplazarme
en el arte de estar vivo cada día

mis desencuentros conducen a mi encuentro
lejanía tras lejanía yo me acerco
perdiendo las batallas voy ganando
huyendo de la gente me enamoro
mi postura corporal
se hace más fuerte
cada vez que tropiezo y que me caigo

el aura de mi cuerpo es más profunda
a medida que pierdo la cabeza.

 

 

 

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