Mamá ha tenido el mismo número de celular de Taiwán durantelos últimos tres años / Ya-Wen Ho
Mamá ha tenido el mismo número de celular de Taiwán durante los últimos tres años. Todavía no me lo sé. Al menos no de memoria.
Pero sí me sé el número de papá: 0921 062 570.
Lo he marcado todas las noches a lo largo de más de diez años, para hablar con papá, en una zona horaria diferente, en su oficina, en nuestra otra casa. Diría: mi día fue bueno, no hice muchas cosas, muy ocupada en la escuela. Mi papá diría: å–”. Mi hermano diría: mi día fue bueno, no hice muchas cosas, muy ocupado en la escuela. Mi papá diría: å–”.
No sé qué dice mamá, regresamos a nuestras vidas cuando el teléfono deja nuestras manos.
Cuando se fue a cuidarlo, el intervalo entre llamadas se alargó de diario a cada tercer día a cada que alguien se acordaba. Fue un alivio. Durante un tiempo.
El teléfono de papá ya no existe.
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Versión del inglés de Víctor Ortiz Partida
My mother has had the same Taiwanese mobile number for the last three years. I still don’t know it. Not by heart, anyway.
I know my father’s number though. 0921 062 570.
I have dialed this number every night for more than ten years, to talk to my father, in a different time zone, in his office, in our other house. I would say, I had a good day, didn’t do much, school was busy. My father would say, å–”. My brother would say, I had a good day, didn’t do much, school was busy. My father would say, å–”.
I don’t know what my mother says, we go back to our lives when the phone leaves our hands.
When she left to care for him, the interval between calls stretched from daily to every other day to whenever someone remembered. It was a relief. For a while.
My father’s number doesn’t exist anymore.
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