La araña / Alba Huerta Pérez

Preparatoria 11

–¿Entonces mato a la araña?

     Mi madre asintió. Yo lo pensé un momento.

      Pobre arañita, merecía vivir otro poquito, tenía más telaraña que tejer, huevecillos que poner, gente a quien morder…

     –¡Auch!, la araña alcanzó a morderme. Pobre de mí, merecía vivir otro poquito más…

 

 

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