Horizonte surreal* / Claudia Sánchez Quiroz

El horizonte suave de rosa pureza,
como el alma en llave de la flor que retoza
a los gritos agónicos de una estación que se extingue.

Su elíxir es miel prohibida de una abeja
que seduce los sentidos del viento y goza
de los juegos de las almas que siguen
dando vueltas los malabares de la brisa.

Una mujer que se baña de plata de luna,
que escurre siguiendo el compás de su risa,
blanca, sedosa, belleza inmaculada,
que jamás escucha los ruegos de criatura alguna.

La lluvia prefiere el olvido, tiene el alma destrozada.
Es cuando azota la tierra que llora,
y se funde con la eternidad que se aleja.

Hay unos ojos azules en el firmamento
con las pestañas llenas de blanca espora,
mira hacia arriba y verás la luz que se enreda
desde sus pupilas azules hasta el encuentro
de tu blanca, sedosa, esencia perdida.

También se ha fundido con la tierra que fluye su lamento.
Nadie puede tocar el horizonte de rosa flor,
ni besar a la luna de plata.

Una estrella puede venir a tu encuentro,
pero no responderá a tu triste clamor.
Tienes una utopía. Más allá de la Muerte no será vana.

*Este poema ganó el premio al Poema de la Semana en el foro de Surrealistas y Experimentales en agosto de 2008, en el portal literario Mundo Poesía (www.mundopoesia.com).

 

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