Homenaje a Pitágoras / Alfredo Fressia

Los Matemáticos no lloran al nacer. Por eso todos saben cuando un Matemático viene al mundo. Además, crecen alimentados por proteínas muy potentes y hacen alegres malabarismos numéricos durante muchos años. En la vejez, admiten que no tuvieron tiempo de contemplar la fría eternidad de los números. Y después se mueren.

π

Los Matemáticos se sienten en el séptimo cielo cuando, dos por tres, gritan a los cuatro vientos que, para razonar, ellos no necesitan un sexto sentido.

Δ

Los Matemáticos son siempre irreemplazables porque son siempre reemplazados por otros Matemáticos.

µ

Cuando tienen sentido social, los Matemáticos estudian Ciencias Económicas y a menudo son gays pero lo esconden. Ya cuando son ingenieros y también son gays, se lo esconden a sí mismos, y en todos los casos pueden acabar dirigiendo algún Banco. Pero son tan ágiles entre aranceles y tasas de interés que envejecen rápido. No tienen suerte con el número de los efebos.

ω

Los Matemáticos nunca se meten en camisa de once varas. Como es sabido, prefieren los teoremas.

β

Cuando los Matemáticos dan clases, pavos reales de las cuentas, se muestran tan rápidos de raciocinio que no logran entender que los Otros los miren con susto. Imaginan que es por indiferencia y entonces tartamudean desplumados. Eran usuarios subalternos de las palabras. Pero eso, ellos no lo saben.

ψ

Los Matemáticos son obedientes.

Los Matemáticos son masculinos. Las mujeres Matemáticas también lo son. Es la solemnidad que los cubre cuando reconocen que los axiomas no aceptan demostración. La inexplicable rajadura femenina.

Los Matemáticos que estudian Ingeniería toman mate. Es que el mundo les hace gracia y gozan de buena salud. Ya la resistencia de los materiales los excita y les hace tomar grapa o vodka. Coñac, jamás.

α

¿Y los que son doctores en Matemáticas? Ésos están en la carrera universitaria. Dan conferencias, leyeron el Talmud y todos, sin excepción, son Jefes de Departamento. Cuando viajan en los aviones internacionales, piensan que los números hubieran podido llevarlos a Dios. Pero siempre se jubilan antes.

Ө

Los Matemáticos son eficientes productos genéticos de última generación. Antes del desarrollo del gen matemático, existieron los Prematemáticos, altos, rubios y cansados. Sentían un infinito hastío frente a cada logaritmo. Vivían en el actual Uruguay y se adormecían con la cinta de Moebius en la mano. Se extinguieron en medio de la melancolía y el desconsuelo.

 

 

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