Extinciones III

Josu Landa

a Pablo Martínez Lanz

Se me acerca la tórtola adonde estoy sentado.

         Picotea mi sombra con fruición, con desespero.

          ¿Qué será lo que diga, cuando se ponga a cantar después de irse?

Entre rascacielos, la casa antigua, con su viejo balcón y su catarata de flores.


El agua que acabo de beber no viene de ningún manantial.

todo parece estar en contra:
            la bicicleta añeja, el sol imperativo del trópico, la cuesta apenas 
perceptible pero infinita, la endeblez de mis piernas hechas a la molicie, 
la fuerza de la gravedad, el movimiento imperceptible de la tierra que 
nunca parece favorecer a uno, los perros anticiclistas siempre irritables 
en su miseria eterna...

             y sin embargo... me muevo.

Lo leo en el periódico:
           están desapareciendo las abejas en todo el mundo.
           ¿seguirán después las flores?
           ¿seguirá el poema que alberga las flores?

            nadie podrá responder con miel.
 

 

Comparte este texto: