para Jorge Eduardo Fielson, in memoriam
Eran olas gigantes y cuando rompían contra la arena ingrávida blanca, sutil y rutilante se levantaba una nube de estrellas diminutas. Estrellas como nudos enlazando el agua con la tierra la tierra con la luz el silencio de tu voz añorada con la música que vive en el recuerdo. Estrellas enormes como grandes nudos como las olas como la fuerza del estallido en medio del espacio. Estrellas diminutas como nudos pequeños y apretados minúsculos como granos de ceniza que viajan por el aire llevando su mensaje de amor y de deseo. La potencia de un sentimiento que no sabe rendirse y desafía por siempre y para siempre la incomprensible y terca amenaza de la muerte.