Invierno

Saúl Peña

Presa del llanto 
la alborada
y la terrestre ocupación 
de un día de muertos.

Cuatro estaciones tiene el día 
y cuatro siglos de laudos
así lo testifican.

Y qué rompo ahora, y cómo amordazar 
las coplas
de mi desnudez 
así
a ciegas.

Pero antes del diluvio
del mar pacífico en llamas
del calendario añil y su morada 
ya eras tú la que existías.

Y yo tendría que domar 
este grito de nardos 
este silencio de llaga 
este destierro
de poeta calcinado.

Y habitaría, por siempre 
el invierno de tu nombre: 
ese prodigio de alabanzas 
y travesías blancas.
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