(Trujillo, 1986). Fiesta (Alastor, 2021) es su libro de poemas más reciente.
para Regina
Me has traído aquí donde reposa la desarmada resistencia de nuestros lejanísimos padres. Te he seguido con el imán de las procesiones, llevando a cuestas mi sed fundamental y una cascada canción que codicia la impecable fundición de las alturas. No es sólo la entrada a otro tiempo el umbral de este mausoleo, lo sabes bien. Tú que tienes el cuerpo limpio como un instrumento de coral de tanto haber entrado en su horma, las entrañas serenas y la mente atravesada por un fruto agridulce. ¿Será por eso que confías tan fácilmente en esta pobre viajera? Me extiendes tu ligerísima mano, cual ala de un gerigón, invitándome a entrar. Te doy la mía, rumiante de palabras, en un acto de urgida fe. Entramos, súbitamente me aplasta la prensa de la más absoluta oscuridad. Desaparezco, desapareces, se trasquilan los paisajes, la vida andada. En los inicios todo fue una inmensa oscuridad sin nombre y heme aquí otra vez, gravitante y perpleja en la expectativa de la nueva constitución que juzgue darme. Torpe al no poder asirme al diseño acostumbrado de las cosas y sus malolientes estrategias. Lo que es tuyo permanece al fulminarse todas las luces, pareces insinuarme en tu silencio semejante a la confidencialidad de estas piedras que custodian una muerte blanda, porosa. De pronto, una onda a la altura del pecho comienza a hacerse audible, sostenida, alcanza todas las uniones del sepulcro, expande su ojiva por los exteriores, reabre diálogos que cerré presurosa al no reparar en su concierto. Hebra por hebra vuelve a diseñarse esta dicción que me sostiene y me hace perfectamente visible en una oscuridad que, ahora sé, jamás me sepultó sino donde no sabía ver.