Embrollo amoroso / César Enrique Hernández Orozco

Preparatoria 11 / 2012A

Todo comenzó esa tarde, en Inglaterra. El sol estaba deslumbrante. Austin se encontraba pasando por la ruta tres, mientras su vecino y mejor amigo Colin lo hacía por la seis. Era una apuesta, querían demostrar que su ruta era la más rápida para trasladarse de la escuela a su vecindario. Yo no quería perder detalle alguno, ellos dos eran mis mejores amigos… el único problema es que no lo sabían.
Yo soy Dan, un chico de su clase. Nadie me hace caso y aunque mi lugar está ubicado atrás del de ellos, al parecer Austin y Colin no saben nada de mí, pero aun así me agradan, son tan divertidos: sus bromas, chistes, comentarios… claro, a veces se exceden un poco, pero no dañan a nadie.
Sobre la apuesta, Colin fue el primero en llegar, bueno, no fue Colin, fui yo… Tomé la ruta uno, la más rápida, ya que no hace rodeos por la ciudad; al llegar, me senté en un árbol para poder observarlos. Austin llegó diez minutos después que Colin… No sé bien qué apostaron, pero él le dio algo.
¿Ven a esa chica de allá?, su nombre es Amy, ella gusta de mí, pero yo no gusto de ella, no porque no sea linda, de hecho es muy hermosa, pero no es mi tipo, yo me fijo más en el interior que en el exterior, además soy un chico con pasatiempos algo raros, casi nadie hace lo que yo… ¡Esperen!, creo que… ¡Sí! Es lo que creía, no, no está bien… al parecer Austin y Colin gustan de Amy. ¿En qué embrollo me he metido? Austin y Colin gustan de Amy, Amy gusta de mí, yo gusto de Angee, Angee gusta de Colin, Colin y Austin son mis mejores amigos y ellos no me conocen.
¿Que quién es Angee? ¡Oh, ¿cómo es que casi olvido contarte?! Angee es un una niña del colegio, me gusta desde hace poco, pero soy muy tímido y no me atrevo a hablarle. Por lo que he visto y escuchado, ella gusta de Colín… no tengo oportunidad.  ¡Espera!, tengo una idea en mente: si yo gusto de Angee, Colin de Amy, Angee de Colin y Amy de mí… ¡¿Cómo no se me ocurrió antes?! Le diré a Colin que cite a Angee en el café Chelamoug y yo citaré a Amy en el mismo lugar y a la misma hora: la perfecta cita doble, ¿no lo creen?
Mi plan era perfecto, yo tendría una cita con Angee y Colin con Amy, ¿Pero, y Austin? Él se quedaría con el corazón roto. Me di cuenta de que no era una buena idea, no quería romper la amistad de más de diez años que entre ellos dos había, sería algo petulante, indigno de mí.
Terminé decidiendo irme solo, sin amigos, triste y decepcionado de mí mismo… Está bien, no tan solo, Amy me siguió hasta casa (vivíamos a unas pocas cuadras uno de otro), pero como ya había dicho: no me interesa, tampoco le hablaba, a menos que ella lo hiciera, no quería parecer mal educado y siempre hablábamos de lo mismo, de mí, yo trataba de cambiar el tema, no sé, sobre el parque, otros países o sobre ella… Pero Amy nunca me dejaba, ya me estaba molestando un poco, siempre me seguía. ¿Quién sigue a las demás personas para no perder detalle alguno de lo que es o lo que hace?… Mejor no respondan, cambiemos de tema.
Llegué a mi casa un poco confundido, no entendía. ¿Cómo decirlo? No entendía por qué Amy me quería tanto si yo no le daba señal alguna de que me gustase, también me cuestionaba el porqué de mi timidez, y decidí que el siguiente día sería el perfecto para trabar amistad con Austin y Colin. Ellos no lo recuerdan, pero nuestra amistad comenzó mucho antes, en nuestra infancia. Austin, Colin y yo éramos inseparables, bueno, hasta el día en que tuve que mudarme a unos cuantos kilómetros de distancia dentro de la misma ciudad.
Estaba muy aturdido por este embrollo de amor, preguntar a mis padres no era una opción (la vergüenza no me dejaba), quería resolver este asunto sin que nadie saliera lastimado; afortunadamente mañana era nuestro último día del año escolar, finalmente saldríamos de vacaciones de verano, cuando el amor está en el aire.
Al salir de la escuela estaba preparado, era el día en que finalmente sería amigo de Colin y Austin y así podrìa disfrutar de la vida acompañado de verdaderos amigos, con los cuales divertirme y pasar todo el día.
Se preguntarán qué pasó con las chicas. No lo sabía, pero irónicamente Angee y Amy eran muy buenas amigas… Creo que no está bien, si trato de conquistar a Angee, ella no querrá, ya que su mejor amiga está enamorada de mí, es igual que si Colin tratara de conquistar a Amy, ¡esto es un problema! Con la situación como está ahora, será difícil conseguir una relación; siento que todo se derrumba.
Ya lo había decidido. Austin y Colin estaban frente a mí, me acerqué y les dije un temeroso ¡hola! Realmente no esperaba lo que sucedió: los ojos de ambos se iluminaron y con un animoso saludo me dijeron: “Dan, sí, eres Dan. ¿Nos recuerdas? Sabíamos que estabas en esta escuela, te buscamos mucho… hasta lo hicimos por internet. Recuerda, somos Austin y Colin, solíamos ser amigos, hasta que te mudaste, desde ese día te hemos estado buscando”. Primero se me hizo un poco ilógico, estaba en su salón, me sentaba atrás de ellos ¿y  no me habían reconocido?… Muy ilógico. Quizá antes les caía gordo o tenía algo entre los dientes y por eso no me hablaban. Pedí hablar con Colin en privado y le expliqué toda la situación en la que ambos estábamos involucrados; él no sabía que Angee gustaba de él, fue una noticia que lo incomodó un poco (se veía en sus ojos), al parecer Angee no era de su agrado (una buena noticia para mí), pero bueno, mañana sería un día de vacaciones, perfecto para lidiar con este embrollo amoroso.
Hoy desperté y vi un correo electrónico en mi ordenador, era de Colín, decía lo siguiente:
Dan:
Ayer me di el lujo de invitar a Angee a salir, a tomar un café, qué sé yo… Por lo que me comentaste ayer, me gustaría que tú hicieras lo mismo con Amy, así tendríamos una cita doble. Si todo sale bien, podríamos terminar enamorando a las chicas y así cada quien quedarse con su cada cual.
Atte. Colin
Primero me sorprendió que Colin hubiera pensado lo mismo que yo, pero, como ya lo había comentado, pensaba que ésa era una mala idea, por cuestión de Austin, pero la oportunidad estaba enfrente, al igual que Amy, sólo tenía que cruzar unas cuantas calles, invitarla a salir y todo sería perfecto.
Querrán saber lo que pasó después: invité a Amy a salir, y Colin hizo lo mismo con Angee, primero fuimos al Café Cremoso, donde hablamos unas cuantas horas. Amy no dejaba de hablar de mí: mis dotes, talentos, logros (hasta creo que sabe más de mí que yo mismo), mientras que Angee no dejaba de mirar a Colin; fue muy incómodo. Saliendo del café nos dirigimos todos a un parque cercano, muy bonito, por cierto… ¡Esperen!, no puede ser, ¡es Austin, nos vio a todos juntos!, creo que está enojado, la forma en que nos vio y luego desvió la mirada lo delataba, yo no quería esto… Pero en fin, no pasó nada fuera de lo normal en aquella salida, fue una simple cita doble de amigos y creo que lo seguirá siendo por un gran lapso… o para siempre.
Los pensamientos negativos me invadían; sí, era amigo de Colin, ¿pero, y Austin?, yo no quería lastimarlo, no era mi intención… sólo arruiné una gran amistad. El sol estaba brillante y la brisa de la mañana muy refrescante. No sé si cometería una locura, pero iría con Austin a disculparme y explicarle todo lo ocurrido. Salí de mi casa y tomé la ruta dos, al llegar a la estación, compré unos dulces y me dirigí a su casa, crucé la acera y con mucha amabilidad llamé a la puerta; me abrió su madre.
–Buenos días, señora. ¿Está Austin?
–Lo siento, se fue a una cita… ¿tú crees? ¡Mi pequeño Austin se fue a una cita! ¡Cómo pasa el tiempo, pero si eres Dan, qué grande estás!
–Gracias… ¿Cita? ¿Con quién?
–Con una chica, se llama Amy
– ¡¿Amy?!…
–Sí, hijo, Amy
–Bueno, disculpe la molestia, señora, creo que debo irme.
–Hasta luego, cuídate.
¿Austin en una cita con Amy? ¿Era eso posible? ¡Pero si Amy gusta de mí, no de Austin!… ¡No, no, no, lo que me faltaba! ¿Celos? ¡No puedo estar celoso, a mí no me gusta Amy, me gusta Angee. ¿O me gusta Amy?…
Salí corriendo de ahí para encontrarme con Colin, fui a su casa y llamé a la puerta un poco exaltado.
–¡Por Dios, niño, ¿qué forma es ésta de llamar a la puerta?! –dijo la mamá de Colin al abrir la puerta.
–Disculpe, señora, ¿se encuentra Colin?
–No, salió con una amiga llamada Amy.
–¡¿Qué dice?! Adiós –dije mientras salía corriendo.
Ahora sí que no tengo oportunidad con Amy… ¿Qué digo? No, no, no, yo gusto de Amy, digo, de Angee ¡Ah! tengo que ir a buscarla y ganarme su corazón… En el amor y la guerra todo se vale, y ¡esto es la guerra! ¡Tengo que conquistar a Amy antes que Colin o Austin!
Fui a mi casa y tomé mi bicicleta, pedaleé lo más rápido que pude buscando a Amy, Austin o Colin. Austin estaba con ella en una cita, por Dios, hasta su mamá lo sabía, y Colin estaba con Amy como amigos y yo buscándolos como loco. ¿Con quién estaría Amy realmente?
Finalmente la vi, era Amy y se hallaba caminando con Angee. ¿Y los muchachos, dónde se metieron?
–¡Amy! –le grité, y después le dediqué una sonrisa.
–Ahora no, Dan, estoy ocupada. Nos vemos luego.
Regresé a mi casa confundido, siempre estaba tras de mí, nunca la saludaba, y ahora que lo hacía no tenía tiempo para mí, su amor platónico. ¿Habría alguien más? De seguro ese Austin… lo sabía, no podía confiar en él. Me las pagará por bajarme a mi novia. Bueno, ella quería serlo y ahora yo quiero ser su novio, así que somos novios, ¿no?

 

 

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