El libro de los divanes [fragmentos] / Tamara Kamenszain

    
     Si Evita viviera sería Montonera gritábamos
     con mi amiga Ágata cuando en el balcón de Gaspar Campos
     apareció Perón y dijo lo que dijo.
     Nosotras dos adolescentes en pogo estuvimos ahí.
     Pero a quién le importa ese dato si también hay
     otra línea más pesada más realista
     que a veces se pierde y otras veces
     sin esperarlo como en los sueños retorna
     pero cambiada.
    
    
     Soñé con Arturo Carrera
     es un amigo de mi generación literaria
     me susurraba en italiano palabras al oído
     era excitante.
     Ud. puede viajar a Italia a ver si ahí encuentra el amor
     interpreta la analista buscando que acabe
     la novela de mi vida para que por fin empiece
     su realidad.
     Arturo no era Arturo porque nunca
     en los sueños los que vemos son los que vimos
     y de mi generación literaria el pasado me impone
     complicidades guiños contraseñas
     que los que no estuvieron ahí
     nunca entenderán.
     Eso me obliga a hacer siempre el mismo recorrido:
     psicoanálisis, literatura, teoría, política…
     y aunque muchos jóvenes se fascinen con nuestra época
     es un hecho que nosotros
     tenemos la cabeza quemada.
    
    
    
     (Cuando hago un esfuerzo por pensar de otra manera
     lo hago por mis hijos
     no quiero hablar como vieja pero tampoco quiero
     que lo hagan ellos. Tampoco quiero hablar
     como joven pero sí quiero que lo hagan ellos.
     Mi contraseña incluye sus iniciales.
     Si entro ahora puedo abrir otra línea de lectura,
     pero ellos, sólo ellos, me la pueden habilitar).

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