De cuento / Mónica Berenice Martínez

 Preparatoria de Tonalá Norte

Cuidado con las piedras que flotan, Isabel, te podrían golpear y hacer rodar por el espacio. Mira, te llevaré a ese lugar, sólo que por esta ocasión tendrás que poner atención, porque las próximas siempre serán diferentes. Estábamos parados en medio de un lugar tan lejano al que nadie podía llegar, ni siquiera la soledad. Isabel estaba tan impresionada, yo sólo veía su cara, esas mejillas rosadas que resaltaban en su piel tan blanca; sentía su aroma inolvidable. Nos fuimos caminando muy lento, ella tenía miedo de perderse. Hacía un poco de frío, pero no me importó, el panorama era hermoso, las estrellas pasaban al lado, podíamos tocarlas y mirarlas detenidamente, brincar de roca en roca y sentir que volábamos al saltar de planeta en planeta; ¡todo era tan especial! Pero lo más inesperado pasó, no pude hacer nada, ni siquiera tuve tiempo de reaccionar, ¿dónde estaba Isabel?  ¿Cómo era posible que la hubiese extraviado? Mi desesperación fue en aumento, tenía que encontrarla, no es posible que una persona camine tan de prisa como para perderse. Salté, me agaché, busqué por todos lados, de estrella en estrella, planeta por planeta, tropezando en los cráteres, en las  rocas, todo por buscarla. Vi muchos rostros, pero ninguno se le parecía.
     Tardé días enteros, meses sin descanso, años incluso, buscando hasta en el más pequeño rincón de aquel enorme espacio, hasta que comencé a volverme loco, imaginé que algún ser la tenía o, peor aún, que la había devorado. Después de tanto buscar me di por vencido, resignándome a vivir solo en aquel lugar. De pronto la vi sentada mirando una estrella detenidamente, como cuando la perdí; corrí con desespero hacia donde estaba, pero un paso antes de llegar resbalé y caí al espacio, sin que Isabel se diera cuenta de que al fin había podido encontrarla. Al caer, mi voz se fue haciendo más débil, no podía producir sonido alguno, mucho menos gritar para que me escuchara y supiera que estaba vivo.
     –Amor, amor, ya es hora, despierta, tienes que ir a trabajar… 

 

 

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