Conceptos, sentidos y proposiciones de investigación-docencia

Sandra Mara Corazza

(Brasil, 1950). Publicó varios libros, entre ellos, Artistagens: filosofia da diferença e educação, pela Autêntica (Autêntica, 2006) y Os cantos de Fouror: escrileitura em filosofia-educação (Sulina, 2008).

1. Conceptos y sentidos de búsqueda

A partir de mis investigaciones, considero los siguientes conceptos con los respectivos sentidos que les atribuyo:

i. Archivo: 1) como canto y escrilecturas traductoras de la tradición; 2) compuesto por las materias de artes, ciencias y filosofías; 3) toda materia que se nos da a traducir y dimensiona nuestra tarea de traductores; 4) materia en función de la que estamos instigados a traducir; 5) lo que nos genera el deber, la misión, la deuda, el ímpetu, el deseo, la responsabilidad de traducir.

ii. Traducir + A-traducir: 1) ecuación de lo traducible y de lo intraducible; 2) traducir lo transcreador; 3) a-traducir la ruina, lo que escapa, lo que cae, el acontecimiento, el preludio de la muerte.

iii. Currículo y Didáctica: 1) no tienen existencia separada, aunque sean independientes uno de la otra; 2) se consubstancian en el Aula; 3) para engendrar nuevas rearticulaciones de sustancia, materia, forma, contenido y expresión.

iv. Aula: 1) reúne y expresa EIS AICE; 2) EIS (Espacios, Imágenes, Signos) del Currículo; 3) AICE (Autor, Infantil, Currículo, Educador) de la Didáctica.

v. Sueño, Poesía: 1) ficción, creación literaria, fantasía, fantasmagoría, espectro; 2) traducción entre la creación literaria y la teoría; 3) las ideas son como sueños; 4) la poesía como desvío de la norma, del lenguaje objetivo y constatativo.

2. Proposiciones sobre la docencia

Derivadas de los cinco conceptos y sentidos propuestos anteriormente, desarrollo cinco proposiciones sobre la docencia que forman la teoría del professoragem[1] —si pudiera escribir así, con el sufijo actúan, después de la palabra profesor, expresando idea y resultado de acción, proceso de, estado derivado de, actividades asociadas—. Entonces, el educador transcreador no puede ser comprendido a no ser por su estrecha y, a veces, paradójica, relación con los conceptos y sentidos anteriores.

Primera Proposición: –Es necesario traducir.

> Como figura histórica, los profesores provienen del dios egipcio Thot: dios del conocimiento, del lenguaje y de la magia.

> Como personaje conceptual, los profesores descienden de los escribas, que eran los maestros de la escritura, de la enseñanza y de la traducción.

> Por medio de la lectura y la escritura, se proyecta una afinidad esencial entre educación y traducción. El profesor se encarga de la tarea de traducir las materias de la tradición a la lengua curricular y didáctica; lengua a la que se le atribuye la supervivencia de las materias.

> Para que las materias sobrevivan, el profesor no tiene que transponer un sistema, sentido, significado o significante, sino que debe inventar el lenguaje singular de la educación (del currículo, de la didáctica y de la clase), por medio del cual surjan nuevos conceptos y perspectivas.

> La traducción que hace el profesor no es una recepción, ni una comunicación, ni una reproducción de un texto en otra lengua: se trata de una operación destinada a garantizar la supervivencia de las materias.

> El sueño de la educación es la traducibilidad ilimitada y general de las materias originales, mediante la comunicación de enunciados repetibles, formalizables y transmisibles, que exigen una traductología fundamental.

> Si quieres trabajar en educación, tienes la tarea de traducir.

> La docencia supone enfrentar intraducibles que son: imágenes impensadas, signos desconocidos, lugares imposibles de determinar a través de las palabras, tiempos que escapan a cualquier definición, ideas que no pueden ser nombradas.

> Al mismo tiempo, la docencia exige que lo intraducible sea traducido.

> Las traducciones son complemento a lo que en las materias es intraducible.

> Todo profesor tiene un triple endeudamiento, desde la materia, desde los estudiantes y desde su profesión: a) la materia parece decir al profesor: —Sólo sobreviviré si me traduces; b) los alumnos dicen: —Estamos aquí para nomadizar tus traducciones; c) desde todo comienzo, el profesor está envuelto por la traducción: —Sé que, para ser profesor, tengo la tarea imposible y aporética de traducir (texto, obra, autor, lengua, cultura, ecuación, fórmula, idea).

> Según la ley de la traducción, las deudas planteadas anteriormente permanecen insolventes: a) la del traductor en relación a la materia original que siempre resulta inconclusa; b) la del resultado del acto de traducción ante el que los estudiantes siempre quedan insatisfechos; c) la deuda del traductor ante la que queda sólo traducir (lo intraducible, la a-traducción) la materia original, en tanto proceso determinado por los destinatarios de la traducción.

> Desde lo dimensionado en la Primera Proposición, la docencia nunca irá hasta el final de su imperativo —Es necesario traducir: a) primero, porque no puede borrar al extranjero que habita en la materia original; b) en segundo lugar, porque si lo hiciera, no dejaría espacio para la diversidad de lenguas que se implican; c) en tercer lugar, no puede hacerlo, en la integrabilidad, pues es necesario conservar la multiplicidad de las lenguas.

> La investigación lee cada texto que se traduce, de modo curricular y didáctico, como proyecto de otro concepto de traducción, es decir, el de la traducción educativa, que inventa un idioma singular, hablado por el Currículo y la Didáctica, cuya irrupción es imprevisible en el aula, en cada materia.

Segunda Proposición: –No tocar la materia original.

> El profesor-traductor debe siempre comenzar por lo original y no por la retraducción de una traducción.

> Asumir el axioma benjaminiano: —No puedes tocar el original, pues a diferencia de lo que pareciera a primera vista, se debe garantizar su pureza, para que el traductor interprete, nomadice e invente.

> Dicho postulado de un original puro, virgen, intocable e idéntico a sí mismo, encuentra objeciones en el proceso de traducción y transcripción, ya que representa una creación del espíritu, una invención que es beneficiaria de derechos de autor.

> Aquí lo que sería sagrado en el original, no es, derridianamente, el texto o su forma, sino un siempre a-traducir, un invisible e indeciso traducir determinado por un orden inexpresable e irreductible a un solo sentido.

> La práctica de los profesores-traductores se da cuando el texto original está disponible para mostrar su cara no traducida.

Tercera Proposición: –Conservar la singularidad de lo intraducible.

> La materia original debe permanecer intocable en lo que se resiste a ser traducido, es decir que su parte creadora tiene que ser accesible a una multiplicidad de traducciones, mientras permanece en condición de a-traducción.

> El original debe ser respetado en lo que nos es imposible restaurar en una traducción, lectura o escritura, organizadas, calculadas, objetivas.

> Una traducción no deja la materia intacta, pues contribuye para su supervivencia, la transforma.

> Esta Tercera Proposición traza un cuestionamiento ético: la responsabilidad por la singularidad de lo intraducible.

> Traducir un poema, un sueño, es narrar una relación con los otros, en la que en cada encuentro inventamos, juntos, una nueva y única materia.

> Si insistimos en traducir lo intraducible (como lo subjectile, la expresión time of joint, las obra beckettianas, etc.) corremos el riesgo de crear, performativamente, a prioris, es decir, axiomas.

Cuarta Proposición: –Dejar que la traducción contagie la educación.

> El principio de una educación traductora introduce un contagio en todos los campos del conocimiento: las ideas de transferencia, dislocación, transposición, transformación, mutación, conversión, creación.

> La educación tiene que ver con textos, temas, preguntas heredadas de la historia de todas las disciplinas; pero por otro lado, la traducción transcriptora relaciona esas materias a no-conceptos (como différance, diseminación, traza, críptico) que demandan interpretaciones desde que se proyectan como problemas de traducción.

Quinta Proposición: Como tarea imposible y aporética, la docencia requiere traducir y ser traducida.

>La docencia traductora es una profesión postbabélica, en la que Babel significa confusión. Eso implica que, al tiempo, traducimos y no traducimos, y que el objeto de la traducción pertenece y no pertenece a una lengua y termina por endeudarnos.

> La imagen de Babel, necesaria e imposible, establece, por un golpe de su propio nombre, la ley de la traducción y aun una deuda que no podremos pagar.

> La docencia abre la diferencia y la diferenciación y, al mismo tiempo, inaugura una alianza disimétrica y heterónoma que promete otra cosa: una invención que hace que el lenguaje crezca para transformarla.

> La docencia requiere, incondicional e irremediablemente, traducir y ser traducida.

Versión del portugués de Jonathan Alexander España Eraso.

Conceitos, sentidos e proposições de pesquisa-docência

1. Conceitos e sentidos de pesquisa // A partir das minhas pesquisas, considero os cinco conceitos seguintes com os sentidos que lhes atribuí: // i Arquivo: 1) como canto e escrileituras tradutórios da tradição; 2) composto pelas matérias das artes, ciências e filosofias; 3) toda matéria que se nos dá a traduzir, que é nossa tarefa traduzir; 4) matéria em função da qual somos instigados a traduzir; 5) aquilo que temos o dever, a missão, a dívida, o ímpeto, o desejo, a responsabilidade de traduzir.  // ii Traduzir + A-traduzir: 1) equação da traduzibilidade e da intraduzibilidade; 2) traduzir transcriador; 3) a-traduzir a ruína, o que escapa, o que cai, o acontecimento, o prenúncio de morte. // iii Currículo & Didática: 1) não possuem existência separada, embora sejam independentes um da outra; 2) consubstanciam-se na Aula; 3) para engendrarem novas rearticulações de substância, matéria, forma, conteúdo e expressão. // iv Aula: 1) reúne e expressa EIS AICE; 2) EIS (Espaços, Imagens, Signos) do Currículo; 3) AICE (Autor, Infantil, Currículo, Educador) da Didática. // v Sonho, Poesia: 1) ficção, criação literária, fantasia, fantasmagoria, espectro; 2) tradução entre a criação literária e a teoria; 3) ideias são como sonhos; 4) poesia como desvio da norma, da linguagem objetiva e constatativa. // 2. Proposições da docencia // Derivadas desses cinco conceitos e sentidos acima indicados, desenvolvo cinco Proposições sobre a docência. Proposições que formam uma teoria da professoragem – se eu pudesse escrever assim, com o sufixo agem, após a palavra professor, expressando ideia e resultado de ação, processo de, estado decorrente de, atividades associadas –; então, professoragem transcriadora, a qual não pode ser compreendida a não ser em sua estreita e, por vezes, paradoxal, relação com os conceitos e sentidos anteriores. // Primeira Proposição: – É necessário traducir. // > Como figura histórica, os professores derivam do deus egípcio Thot: deus do conhecimento, da linguagem e da magia. // > Como personagem conceitual, os professores descendem dos escribas, que eram os mestres da escrita, do ensino e da tradução. // > Por meio da leitura e da escrita, processa-se uma afinidade essencial entre educação e tradução: o professor encarrega-se da tarefa de traduzir as matérias da tradição para a língua curricular e didática; língua que atribui uma sobrevida às matérias. // > Para fazer as matérias sobreviverem, o professor não transpõe um sistema, sentido, significado ou significante, mas inventa a linguagem singular da educação (do  currículo, da didática e da aula), por meio da qual, surgem novos conceitos e perspectivas. // > A tradução do professor não é uma recepção, nem uma comunicação, nem uma reprodução de um texto em outra língua: trata-se de uma operação destinada a garantir a sobrevivência das matérias. // > O sonho da educação é a traduzibilidade ilimitada e geral das matérias originais, mediante a comunicação de enunciados repetíveis, formalizáveis e transmissíveis, que exigem uma tradutologia fundamental. // > Se eu desejo trabalhar com docência, tenho de proceder à tarefa de traduzir. // > A docência, no entanto, supõe muitos intraduzíveis, quais sejam: imagens impensadas, signos não conhecidos, lugares impossíveis de colocar em palavras, tempos que escapam a qualquer definição, ideias que não podem ser nomeadas. // > Ao mesmo tempo, a docência exige que o intraduzível seja traduzido. // > As traduções são suplementos àquilo que, nas matérias, é intraduzível. // > Cabe ao professor um triplo endividamento, qual seja, por parte da matéria, dos alunos e da sua profissão: a) a matéria parece dizer ao professor: – Só sobreviverei se me traduzires; b) os alunos dizem: – Estamos aqui para movimentar suas traduções. c) o professor está, desde a partida, envolvido pela tradução: – Sei que, para ser professor, tenho a tarefa impossível e aporética de traduzir (texto, obra, autor, linguagem, cultura, equação, fórmula, ideia). // > A lei da tradução é que essas três dívidas permaneçam insolventes: a) do tradutor em relação à matéria original, que sempre resta incompleta; b) do resultado do ato tradutório, diante do que é esperado pelos alunos, que sempre restam insatisfeitos; c) dívida do tradutor diante do que resta por traduzir (intraduzível, a-traduzir), face tanto à matéria original, quanto ao processo e aos destinatários da tradução. // > Sob a égide da Primeira Proposição, a docência nunca irá até o fim do seu imperativo – é necessário traduzir: a) primeiramente, porque não pode apagar o estrangeiro na matéria original; b) em segundo lugar, porque se o fizesse, não deixaria espaço para as várias línguas envolvidas; c) em terceiro, não pode fazê-lo, na integralidade, visto que deve preservar a multiplicidade linguageira. // > A pesquisa pode ler cada texto que é traduzido, de modo curricular e didático, como o projeto de um outro conceito de tradução, qual seja, o da tradução educacional, que inventa um idioma singular, falado pelo Currículo e pela Didática, cuja irrupção imprevisível acontece na Aula, em cada matéria. // Segunda Proposição: – Não tocar na matéria original. // > O professor-tradutor deve sempre começar pelo original e não pela retradução de uma tradução. // > Seguir assim o axioma benjaminiano: – Você não pode tocar no original; o qual, ao contrário do que pareceria, à primeira vista, garante a pureza do original, levando o tradutor a interpretar, deslocar e inventar. // > Esse postulado de um original puro, virgem, intocável e idêntico a si mesmo, encontra objeções no processo tradutório transcriador, entendido como uma criação do espírito, uma invenção, ela própria beneficiária de direitos autorais. // > Aquilo que seria sagrado no original não é, derridianamente, o seu texto ou a sua forma, mas um sempre a-traduzir, um invisível e indecídivel traduzir, que é da ordem de um inexprimível e irredutível a um sentido. // > A prática dos professores-tradutores é justamente esta: quando o texto original está disponível, voltar a face para a sua porção não traduzida. // Terceira Proposição: – Preservar a singularidade do intraduzível. // > A matéria original deve permanecer intocável, naquilo que nela resiste à tradução; qual seja, a sua parte de criação, que a deixa acessível a uma multiplicidade de traduções, enquanto permanece sempre em condição de a-traduzir. // > O original deve ser respeitado naquilo que nos é impossível restaurar em uma tradução, leitura ou escrita organizada, calculada, objetiva. // > A tradução não mantém a matéria intacta; ao contribuir para a sua sobrevivência, ela a transforma. // > Essa Terceira Proposição encaminha a um questionamento ético, qual seja: a responsabilidade pela singularidade do intraduzível. // > Traduzir um poema, um sonho, é testemunhar uma relação com outros, na qual, a cada encontro, inventamos, juntos, uma nova e única matéria. // > Caso insistamos em traduzir o intraduzível (como o subjectile, a expressão de the time of joint, as peças beckettianas, etc.) corremos o risco de criar, performativamente, a prioris, isto é, axiomas. // Quarta Proposição:  – Deixar a tradução contaminar a educação. // > O princípio de uma educação tradutória introduz uma contaminação em todos os campos do conhecimento: a ideia de transferência, deslocamento, transposição, transformação, mutação, conversão, criação. // > A educação trata de textos, temas, questões herdadas da história de todas as disciplinas; porém, por outro lado, a tradução transcriadora relaciona essas matérias a não-conceitos (como différance, dissémination, trace, crypte); os quais demandam interpretações, desde que se dispõem como problemas de tradução. //  Quinta Proposição: Como tarefa impossível e aporética, a docência requer traduzir e ser traduzida. // > A docência tradutória é uma profissão pós-babélica, o que implica que Babel significa confusão; isto é, aquilo que ao mesmo tempo traduzimos e não  traduzimos, pertence mas não pertence a uma língua e acaba nos endividando. // > Necessária e impossível, essa imagem de Babel estabelece, por um golpe de seu próprio nome, a lei da tradução e ainda uma dívida que não poderemos pagar. // > A docência abre a diferença e a diferenciação e, ao mesmo tempo, inaugura uma aliança dissimétrica e heterônoma que promete outra coisa: uma invenção que faz a linguagem crescer, transformando-a. // > A docência requer, incondicional e irremediavelmente, traduzir e ser traduzida.


[1] Esta palabra se compone del sustantivo professor (profesor) y del verbo agem (actuar). Se conserva el concepto en portugués para evitar acepciones erradas
(N. del T.).

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