Eso que parece Marte es la luz de la antena alta
del edificio de Urquiza entre Dorrego y Moreno
y eso que parece la luna, cortada al medio
por un hachero chambón y colgada sobre el techo
del Holiday Inn, es la luna. Son confusos
los mensajes que nos envía el cielo
en la noche de Navidad mientras bajamos
en silencio rumbo a la casa de mis padres
y mi ansiedad por reencontrarme con los relatos
de una mitología recontramenor cuyos dioses
se llaman Nelly, Alejandra Filas o Gorda Graciela
contrapuntea con tu abandonada lasitud tanto que,
por un momento, lo único tuyo que retuviera a mi lado
fuera tu mano y todo tu demás
se hubiese ido volando hacia la mitad faltante de la luna.