(Los Órganos, Piura, 1982). Placlitaxel (Paracaídas, 2017) es uno de sus poemarios publicados.
bajo tierra no pueden rodar mi cuerpo no cultiva la carroña mi cuerpo no es roído por gusanos mis ojos ruedan mamá tómalos y mira este hermoso campo de flores blancas por este camino llegas a la gruta de la garza de papel en ella puedes escribir o dibujar o borrar todas tus lágrimas el perfume de aquel jardín escapa del vuelo de los colibríes ellos conocen todos los follajes saben todos los secretos podemos perseguirlos por toda la pradera mamá mira dentro de mí hasta que se hundan mis ojos ése no es el camino bajo tierra mis ojos no pueden rodar mis ojos son éstos los tienes en tus cuencas de madre primeriza mis ojos eran grandes cuando en tus brazos era recién nacida no te distraigas por favor atrapemos mariposas todo está bien no voltees mira mamá atrapé un colibrí escucha el sonido de sus alas es un racimo de susurro ésos no son mis ojos mis ojos ruedan por la gran colina donde se observa un pueblo apacible todas las casas tienen chimenea todas las familias se sientan alrededor de la chimenea y cuentan historias parecidas a las nuestras mamá son nuestras historias las cuentan para que no las olvidemos ésos no son mis ojos bajo tierra no pueden rodar bajo tierra no nos podemos acostar en la yerba y ver el cielo despejado rodar por el pasto aplastar insectos mamá quítame esta sarta de insectos que quieren penetrar en mí por este camino no hay piedras ni espinas podemos andar descalzas deja tus sandalias cerca a ese tronco donde he tallado mi nombre para que no se me olvide me lo aconsejó una voz mamá la que ordena el nacimiento de los relámpagos para charlar con el bosque aprendí el idioma de las flores me gusta platicar con los crisantemos mamá por ellos sé frotar los folíolos es como acariciar las alas de los ángeles cuando las flores anochecen o cuando una de mis lágrimas las rompe los ángeles bajan y las polinizan mamá el polen me sumerge en un profundo sueño caigo dormida en los arbustos cuando despierto empiezo a contarlas a contar estrellas mamá he llegado a pensar que los ángeles se visten de colibríes cuando despierto mamá por ese camino llegas a una quebrada el agua es cristalina y puedes reflejarte a veces algún pez dorado trae una imagen consigo a veces eres tú en la imagen o papá o mi esposo o mis hijos mamá ¿cómo están mis hijos? te cuento un secreto la corriente de esta quebrada lleva todos los sueños todos los sueños van de la mano todos los sueños son mis niños que van de la mano mamá cuando salíamos a pasear por el día de la primavera todos los sueños caen desde la gran cascada hacia todos ustedes donde se encuentren tú dormías sobre mi almohada de plumas cuando mi sueño cayó en ti mamá algunos duermen bajo un árbol otros duermen en un hospital otros en la hamaca entre algarrobos rarísimos los sueños se sueltan de las manos cuando caen por la gran cascada a veces lanzo mis sueños son piedras negras que caen sobre un lago luminoso el lago entristece y lloro mucho mamá son las únicas veces que lloro vienen a consolarme me enseñan cómo hacer una corona de acebo siempre lo olvido mamá siento el polen y caigo dormida en los arbustos a veces lanzo mis sueños son piedras blancas que caen sobre la oscuridad del lago todas las criaturas del fondo brotan de sus guaridas hacen una fiesta festejan la luz en sus ojos pero ésos no son mis ojos por favor no los toques mamá no los mires bajo tierra mis ojos no pueden rodar