Preparatoria 11
Mi borrador de carita feliz se puso triste y no pude evitar preguntarme por qué. Después de pensar un rato concluyo varias teorías: demasiado grafito en él hace que se sienta mal… aquella vez que se cayó de mi buró… el día que por exceso de aburrimiento le clavé mi pluma… cuando me quejé de que manchaba… Y de pronto, ahí se encuentra mi borrador de carita feliz, aparte y a un lado, está el triste.
¡Impostor!
Tomo el borrador que hasta entonces se había hecho pasar por mi borrador favorito de carita feliz y, con todas mis fuerzas, descargando todo el coraje en ello, borro esto, lo que acabo de escribir. Borro hasta que de él no queda nada.
Aparte de impostor era chafa pues mi hoja sigue impregnada de palabras.