XXXI / Marí­a del Pilar Ruiz Reyes

Ganador del VI Concurso Literario Luvina Joven, 2016
Categoría Luvinaria / Poesía

ACTA DEL JURADO: En este poema la velocidad del amor se convierte en la velocidad del río que pasa y une a la pareja en su agua de tiempo. La naturaleza hace historia. La naturaleza y la historia se enlazan al amor para transmitir la más intensa pasión de los cuerpos que se encuentran por amor.

XXXI / María del Pilar Ruiz Reyes
Antropología, CUCSH UdeG

Arder

en la región más espesa de tu carne

sobre la tiza de tus aureolas

como un cielo de doble cabellera

como si fuese este fuego una isla en brasas

o una galería de milagros en de tu boca

arder

hoy mañana ayer

escalando los blancos muros del camino por donde vine:

tu almohada | tu ropa | los pliegues ignorados del abanico que son las noches

arder para arrojarte de mí

porque este frío también es tuyo

En tu pupila

el mundo

el tesoro silábico en que flotan las nubes

el universo exalta las dos líneas de tu paisaje

y las arenas sepultan el fuego que yace

                     [doméstico bajo tus cejas

El silencio es un signo incomprendido y mutuo

Nilo que se abre y flota en mi enramada

eres un dios de arena sobre la frontera de mi carne

el contagio numerario de los meses veraniegos

eres

el nombre fósil que sube por mis escaleras rotas

que decapita mis manos y escapa por la fisura

                                            [donde crece mi fleco

*

Una luz en medio de tus piernas:

                                       acontecimiento silencioso

trotar y dormir en el milagro de la pesca

con las sílabas adheridas al cuerpo

virando a estribor

                             adormecida

*

El río sobre tus hombros

                         como una ramificación de fechas sonámbulas

un ancla en el fondo del mar

                                       atada al follaje

                                       bebiendo sola

La luna es un barco nacido de tus ojos

que ola a ola

navega la ciudad sin tripulante

La sed

ese hilo sobre tus costillas

el fin de semana con su época glacial

la mordedura con sus filos de acertijo

el sueño incoloro que deja sobre tu almohada

                                                        rugosidades salinas y credos

La rueda que avanza más allá de lo concebido

el texto:

             mi única esperanza

aferrarse a un anónimo infinito

con el beso soluble y el amor sólido

La noche avanza llenando de sudores mi boca

Tu arena plagada de silencios

                                esa playa que le teme a la noche

                                que vomita su furia sobre un agitado mar

mis ojos de gruta

                                la roca hecha pedazos bajo tu ejército estelar

*

Un sueño en el paisaje de tus sábanas

la abundante constelación rosada

                     hace chocar mis muslos contra los tuyos

ahí

nuestra carne yace

       en la reconciliación

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