para Ursus
Oh mar tan rojo,
corrientes encontradas
casi juntan racimos y delfines,
y el mástil vertical,
vuelto cepa y sarmientos,
abre brazos a oriente y a poniente.
Y van a su albedrío los delfines
viejos marinos
custodiando la nave.
Y la vela tan blanca que se abomba
bajo las uvas pródigas
y el espolón gracioso de la proa
¿hacia qué playa apuntan?
¿en dónde atracarán si el dios
dichoso
no marca ruta o guía
y solo bebe
los vientos placenteros
y el aroma del mar color de vino?