Preparatoria de Tonalá Norte / 2013A
La aurora me despierta, el canto suave y resonante de las aves avisa que un nuevo día me depara, recolecto cada una de las piezas que me componen… recuerdo motivos, recuerdo sentidos, recuerdo el movimiento que de pequeña aprendí, mis piernas empiezan a tomar fuerza, mis manos acarician mi rostro, mis ojos aún cerrados, mis labios que aparentan no existir, pareciera que se compadecieran de mí, mis oídos cansados, sangrantes de ese absurdo sonido de la alarma que me despierta, recorro todos y cada uno de mis sentimientos. Mientras el agua cae lentamente por mi cuerpo, acaricia mi piel, pasa por mis ojos somnolientos, las caricias del primer viento matutino, el delicioso olor a noche aún viva, el paisaje ante mis ojos, el tiempo se va como se disuelven los colores en la alborada. Finalmente, al dar la vuelta, escucho el asqueroso sonido de automóviles, personas vivas y muertas a la vez, muñecos rústicos que sólo caminan por milagro divino, cierro mis ojos detenidamente…. me convierto en algo lejano, desconectada, que sin siquiera avisar, minuciosamente, queda pausada. Esperando otro hermoso paisaje que admirar…