Encontrar una voz
«Podías tirarle piedras a los tipos que pasaban / por la calle con el cerebro en una mano y el corazón en la otra / todo un desfile, con tremendo potencial, mientras sus madres / en la vereda los aplaudían y celebraban, agitando / en el aire frío sus pañuelitos azul bebé».
El suicidio de su hermano transformó la poesía de Matthew Dickman, hizo que se preguntara qué significa realmente encontrar una voz, como deseaba cuando era un poeta mucho más joven. «Decidí que no era una «Voz» lo que me interesaba sino una «Visión». No quería forzarme a tener una sola identidad, un solo estilo, una sola forma, o una sola manera de escribir un poema». Esta antología de Zindo&Gafuri es la bitácora de esa búsqueda y su primer libro traducido al español.
Humboldt abrazando América
William Ospina cumplió su sueño de escribir sobre el viaje del naturalista y explorador prusiano Alexander von Humboldt por América. Poeta, ensayista y narrador, conjugó todas sus artes literarias para acompañar a Humboldt por un continente poco conocido para los europeos de principios del siglo xix. El autor colombiano insiste en que el libro «por su carácter fragmentario y personal, es una obra de ficción, no una monografía erudita ni una biografía», y aclara que recurrió «no sólo a la bibliografía sino a nuestra propia memoria». Así describe su esencia: «Palabras como Ilustración o Romanticismo tal vez se entiendan mejor cuando las vemos hacerse carne, sensaciones físicas y encuentros humanos».
La guerra no ha terminado
«—La guerra terminó hace veintinueve años.
—Es imposible.
—Japón se rindió en agosto de 1945.
—La guerra no ha terminado. Hace unos días vi un portaaviones estadounidense acompañado de un destructor y una fragata.»
La maravillosa primera novela de Werner Herzog se basa en la historia real de Hiroo Onoda, un soldado japonés que no se enteró de que la Segunda Guerra Mundial terminó y mantuvo por décadas su misión de defender la isla de Lubang. Contada con prosa alucinante y narrativa simple, El crepúsculo del mundo comienza cuando Susuki, un joven cazador de mitos, se encuentra con el quijotesco teniente, considerado por muchos un fantasma y por otros, una ficción.
Poemas divinamente humanos
Los poemas de Louise Glück se leen como oraciones. Escuchados una y otra vez adquieren consistencia, se iluminan, pero nunca se desgastan ni pierden su sentido, no suenan huecos debido a la repetición, al contrario, sus voces se enriquecen con nuevos tonos y significados, y así trascienden. Son divinamente humanos, se ofrecen a Dios desde oídos mortales: «Al final de mi sufrimiento / había una puerta. // Escúchame: eso que llamas muerte / yo lo recuerdo».
Así comienza El iris silvestre, quizá el libro más celebrado de la estadounidense Glück (1943-2023), Premio Nobel de Literatura 2020. Este título y prácticamente todos sus libros circulan en las ediciones bilingües preparadas con nuevas traducciones por Visor.
Tríptico de la ciencia
El dedo de Dios apunta hacia el lector desde este retablo formado por tres relatos que reflexionan sobre lo que la ciencia nos ha hecho a lo largo de la historia y aún nos podría hacer en el futuro. «Este libro es una obra de ficción basada en hechos reales», define su propio autor. El inicio está dedicado al físico austriaco Paul Ehrenfest y su pasión sufriente. El cuerpo principal está formado por múltiples voces que narran la vida y obra del matemático húngaro John von Neumann, quien ayudó a diseñar la bomba nuclear y creó la computadora moderna. El libro está coronado por la historia del surcoreano Lee Sedol, jugador de go, quien desafió a la inteligencia artificial que cambiará nuestro mundo.
La invención del yo
En la década de 1790, Jena, una tranquila ciudad universitaria de Alemania, fue tomada por un grupo de escritores, filósofos, dramaturgos, editores y críticos que desde ahí desviaron el arte y el pensamiento universal hacia el yo. En ese pequeño lugar, en ese breve momento histórico, confluyeron Goethe, Novalis, Schiller, Fichte, Hegel, Von Humboldt, la formidable Caroline Schlegel… En su obsesión por ser libres en una época gobernada por monarcas, los primeros románticos vivieron a veces de maneras que aún hoy causarían escándalo y transformaron el mundo usando el poder creativo del yo. Andrea Wulf reconstruye minuciosamente el escenario y nos acerca a los protagonistas de una revolución existencial cuyos efectos y posibilidades aún vivimos.