La música es una expresión tan extraordinaria que pensar en su origen es llegar a los albores de la humanidad. Se ha demostrado que la música y el lenguaje se hallan estrechamente vinculados como sistema cognitivo y neural, en cuanto ambos trabajan con sonidos y significados. Otros remontan su origen a un sistema de comunicación anterior al ejercicio musical y al habla. Lo cierto es que la música está arraigada a las actividades humanas fundamentales como el lenguaje. No existe civilización alguna sin cantos, danzas y la invención de instrumentos musicales. Desde la Prehistoria hay evidencias de arpas, flautas y raspadores. Para el hombre primitivo había dos señales que marcaban la separación entre vida y muerte: el movimiento y el sonido; los ritos se desarrollaban en esta doble clave. No obstante, para que haya música es necesario un ordenamiento y una repetición uniforme y voluntaria de sonidos, dentro de estructuras rítmicas y melódicas. 

Roger Bartra afirma que la música logra, en quienes la escuchan, conmover los sentimientos, excitar las emociones y concitar los afectos. Para Susanne Langer, la evidente ligazón entre las emociones y la música significa que esta implica un vínculo de representación de los sentimientos y los afectos, y sobre todo que hay en la música un componente simbólico que permite que las emociones sean representadas de una forma peculiar por las secuencias y combinaciones de sonidos. Es por ello que la música logra revelar estados de ánimo y sentires que no pueden ser expresados tan bien mediante el lenguaje u otros sistemas simbólicos. 

La música, tejida a la entraña de los seres humanos, surge polifónica en una estructura de formas, estilos y géneros, a través de determinados instrumentos. Ya sea sinfónica, popular, una ópera o un drama lírico; un tango o una habanera, guaracha o bolero, integra un encadenamiento de armonías, contrapuntos, fugas, ritmos y percusiones dotados de caracteres propios y dimensión estética. 

En este número, Luvina publica una colección de piezas que abordan —desde la literatura— el lenguaje musical, más inefable y volátil que el literario.

Chinelo, 2021
Video HD
Chinelo, 2021
Video HD
Syreny, 2018
Voz coral (441 Hz), video y grabación de campo
Dimensiones variables
Pista de baile, 2024
Video ultrawide screen 
5760 × 1080, plataformas de madera grabadas, trompetas de metal latonizado, bocinas
240 × 240 × 25 cm cada plataforma
Foto: cortesía de Museo Kaluz
Desminar, 2024
Inteligencia artificial, placas de metal, video, sonido
Foto: Juan Fernando Castro
Del sonido de la labor. Cantos de trabajo, 2019
Instalación sonora, video y objetos textiles
Language as Sound, 2015
Video

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Páramo