Preparatoria 11 / 2012A
Eran las tres de la tarde de un jueves y estaba sentado en el parque con Diana
cuando en mi celular sonó el tono de mensaje… “¡Unonoticias!”, dijimos los dos al mismo tiempo.
Saco el cel, abro el mensaje, era uno de esos típicos mensajes troll:
2555
Envía SI al 25252.
¡Y gana un millón de pesos!
Los dos nos reímos; yo pensé: “¡Demonios, son chingaderas que sólo molestan cuando estás con tu chava!”
-Contéstale -dijo con una expresión bromista en la cara. Y contesté “SI” para ver qué pasaba…
A la mañana siguiente estaba en clase de Química y recibí un mensaje ¡en plena exposición! Sólo había dos opciones: Telcel quería molestarme o alguien me necesitaba.
Terminé de exponer sobre un experimento hecho con ácido bórico. La clase acabó y entre acomodar las cosas, una habladera y Paco fregando con que si jugábamos ajedrez, olvidé el mensaje.
Acabaron las clases y de regreso llegamos al Oxxo por algo que tomar y comer, además recordé que me estaba quedando sin saldo y lo necesitaba para mensajearme con mi baby.
-¿Es todo?
-No, también me da una recarga de $30.
-Cobro $45.
Le di el dinero a la cajera, saqué el celular y me percaté de que tenía un mensaje sin leer en la bandeja… Un mensaje del 25252. No le di importancia.
Al llegar a mi casa, prendí la radio en los 40 Principales para escuchar lo que quedaba de La Corneta, cuando un anuncio me llamó la atención…
“Telcel está buscando al ganador de un millón de pesos, es el usuario con el número: 3315769547. Favor de reenviar el mensaje o contactar a las oficinas de Telcel al 018005089.”
En ese momento recordé el mensaje de ayer y el que no había leído hoy, y fui corriendo por el teléfono, abrí la bandeja de mensajes y me cagué…
25252
¡FELICIDADES!
Usted ha ganado un millón de pesos.
Reenvié este mensaje con
su nombre y teléfono fijo.
O comuníquese a Telcel al
018005089.
No me importó soltar mi BlackBerry y que se cayera al suelo, ¡gané un millón de pesos, ahora podía comprarme dos iPhone!
Salté, grité, bailé y, por último, llamé al número que aparecía.
-Telcel, buenas tardes. Le atiende Mariana Camberos…
-Buenas tardes. Llamaba por una promoción que gané.
-¿Me podría proporcionar su número de teléfono?
-Claro. –“¡Demonios, para qué tanto protocolo, quiero mi milloncito!”- Es 3315769547.
-Efectivamente, es el número ganador, pero debo hacerle unas preguntas de seguridad.
-Okay.
-¿Su nombre es Chris Isaac de Jesús Zepeda Román?
-Efectivamente, señorita.
-¿Su equipo es un Samsung Galaxi?
-No, es una BlackBerry Curve.
-¿Cuánto paga al mes por el plan de datos que tiene?
-No tengo plan de datos.
-Felicidades, señor Zepeda, efectivamente, usted es el ganador. Ahora sólo necesito su curp para corroborar los datos y como una medida más de seguridad.
-Okay, es ZERC940304HJCPMH12.
-Muy bien, tienes tres días hábiles para ir a el centro de atención a clientes más cercano que tengas, con tu acta de nacimiento, original y copia, y el código H100GDLT. ¿Alguna duda?
-No, muchas gracias.
En el momento que colgué volví a dar de saltos y a pensar en qué haría con todo ese dinero, que no era mucho pero tampoco era poquito. Podría comprar una ficha de 500 pesos para mi celular, ropa, ir al cine, una marcadora, una careta, hacer una fiesta, cosas para mis papás, mi hermano, mis abuelos, mis amigos, y guardar lo que me sobre…
Después de diez minutos de pensar en todo lo que podría tener, llamé a mi papá para contarle lo sucedido. Su reacción fue de sorpresa, alegría y algo de duda, pero a final de cuentas me dijo que lo veíamos cuando llegara a la casa.
Inmediatamente después le llame a Diana para contarle que el “mensaje troll” de ayer ¡era cierto!