Hace años, en una librería de San Diego, encontré un libro: The Peacock’s Egg. Love Poems from Ancient India (North Point Press, 1981). El volumen es el resultado de un afortunado intercambio entre un académico, J. Moussaieff Masson, y un poeta, W. S. Merwin. La lengua original de estos poemas es el sánscrito y las voces de los amantes que en ellos se deshilan son diversas, como los matices que dan color a las plumas del pavorreal. El libro se compuso durante un largo trueque. En resumen: Masson entregó a Merwin traducciones literales al inglés acompañadas de notas eruditas. Merwin siguió el camino del poeta que traduce de una lengua que ignora y escogió aquellos poemas que entreveía susceptibles de convertir al inglés. ¿Nos dan una visión del amor en la India antigua, una perspectiva literaria, histórica? Nos dan, me parece, una verdad poética. Cuando es tal, rebasa el tiempo y los idiomas.
Siguiendo un impulso semejante y, deslumbrado por la belleza de los poemas, comencé a hacer mis propias versiones a partir de las traducciones de Merwin, aunque leyendo con atención las notas y la detallada introducción del libro. Con el tiempo, decidí reunirlas e hicimos con ellas un cuadernillo. Poemas de amor de la antigua India ha conocido tres ediciones, sucesivamente corregidas y aumentadas. La última apareció en 2012, publicada por Mano Santa Editores. No hace mucho, di con otro libro: Indian Love Poems en la bonita edición de Everyman’s Library (2005). La editora, Meena Alexander, apoyada por un equipo de traductores, presenta una amplia selección de poemas dividida en tres apartados temáticos: «La espera», «El encuentro», «La separación». En ellos encontramos una feliz combinación de poetas de ayer y hoy. Para esta entrega de mi columna intenté algunas versiones de los poetas de «hoy», como un pequeño tributo de admiración a una vastísima y siempre sorprendente literatura.
Tú
Ismail
Eres mía
cuando te quitas toda la ropa
sólo para mí
Cuando estás vestida
perteneces al mundo
Uno de estos días
voy a romper el mundo
en pedazos
De la versión al inglés de Velcheru
Narayana Rao.
Mujer, 2
Jyotsna Milan
A veces
en el momento de hacer el amor
el hombre aparece como Dios ante la mujer.
«Dios… Dios», grita ella,
mientras su cuerpo
está en llamas.
«Mira»,
dice el hombre,
«soy Dios».
La mujer
mira,
y arrebatada por la pena
de perder a Dios,
voltea hacia otra parte.
De la versión al inglés de Mrinal Pande y Arlene Zide.
Apaga la lámpara
Nanduri Subbarao
Apaga la lámpara.
Mi mente no puede abrazarte en la luz.
Quiero el jardín totalmente a oscuras.
Quiero ver brillar tus ojos.
Apaga la lámpara.
Mi mente no puede abrazarte en la luz.
Voy a pensar una y otra vez en tu belleza
atisbando hasta verte completa.
Apaga la lámpara.
Mi mente no puede abrazarte en la luz.
Dejaremos de ver y olvidaremos las formas
y nos dormiremos ignorantes el uno del otro.
Apaga la lámpara.
Mi mente no puede abrazarte en la luz.
De la versión al inglés
de Velcheru Narayana Rao.
Ella lo toca
Gagan Gill
Una mañana muy temprano ella lo toca
en un planeta ignoto
en el séptimo cielo de los sentidos
en la extraña luz del deseo.
Ella lo toca
como densa nube
como viento detenido
como fuego sagrado.
Ella lo toca como si él
fuera Dios en el sexto día de la Creación
y tuviese que pasar a través de ella
destruyéndola
para re-crearla.
Una mañana muy temprano ella toca
el Mayavi, la forma ilusoria
como un agua mágica
y escoge para sí misma
la muerte
de un pez.
De la versión al inglés
de Mrinal Pande y Arlene Zide.