Una obra maestra / Hans Christian Baltasar Flores

Preparatoria 12 / 2012A

-Siéntense, por favor, vamos a oír la pieza 4´33 de John Cage.
Después de haber explicado un poco más el sentido de la canción y de su autor, sacó el celular para activar el cronómetro y dijo: el sentido de la actividad es escribir lo que escuchen.
Comenzó la melodía. Mis compañeros, concentrados, con sus lápices en las manos y la vista enfocada en las hojas de papel, hojas destinadas a llenarse con palabras, pero yo… ¡nada! No plasmo ninguna idea, no escribo palabra alguna.
Luego escuché un sonido, un sonido parecido a una enorme piedra que golpea de forma estruendosa el agua de un lago. Ese sonido me hizo levantar la vista, pude ver a mis compañeros que derramaban letras, letras que caían una a una desde sus cabezas y luego rodaban por sus hombros hasta depositarse en las hojas, que en la mesa parecían un portal a otro mundo. Al ser atravesadas por las letras, cuando por fin se hundían en ese blanco papel, estallaba un sonido, como una piedra que cae en un lago hasta detenerse al tocar el fondo.
Pero yo… ¡nada! No plasmo ninguna idea, no escribo palabra alguna.
-Tiempo, hemos terminado de escuchar una obra maestra

 

 

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