Tres poemas / Sara Vanégas Coveña

cuando los pájaros se fueron
quedaron huecos oscuros

en el viento

***

tu voz ya es una con las roncas voces del océano
lejos muy lejos lo que fue tu agonía y tu placer. te
vas. firme y voluptuosa y leve. ya otra. ya tú
misma. ya sólo deseo y agua.
divina sombra:
ya olvido

***

como en los viejos tiempos:
tu corazón será enterrado en medio del desierto para que los              
pájaros recuerden su ruta más allá del mar

 

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