Como todas las tardes, tengo que salir hecho la madre para llegar a tiempo al trabajo. Sé que es mi culpa por no tomar las precauciones sobre el tráfico o cualquier cosa que pudiera pasar, la estación no está muy lejos, pero como sea lleva su tiempo llegar. Entro a la cabina y empiezan las llamadas, no sé cómo teniendo tanta audiencia los perros de los directivos no me pagan más, deberíamos hacer más comerciales, ahí es donde está la feria.
Todas las noches llama la gente para apoyarme, para dar su opinión sobre cualquier cosa que pase en la comunidad, pero nuestro mejor tema de discusión son los políticos, a esos cabrones sí que nos los acabamos bien y bonito; pero bien merecido se lo tienen los cabrones. Todos los radioescuchas y yo sabemos que el país está hecho una asquerosidad porque así lo quieren, no les conviene tener a miles de sabios que se den cuenta de cuán mal están las cosas, los políticos saben que entre más gente se eduque más gente se dará cuenta de que son ellos quienes la están cajeteando, si esos bribones saben de todo, prefieren tener un poblado de ignorantes felices que un pueblo de sabihondos inconformes y capaces.
Yo creo que por eso que los muy canijos me ofrecieron una candidatura, para que no hable más de ellos, por eso me están reclutando. Me siento sucio por aceptar, ésa en la verdad, pero pues con tanto dinero de por medio quién no afloja, además, ¿qué se escucha mejor, “Martín González el locutor” o “Martín González el diputado”?