Preparatoria Regional de Tala, 2014 B
Si el destino existe, no nos quiso ver juntos.
Las hojas de los árboles se secan, caen al vacío y frío suelo de la calle. El viento sopla, las eleva llevándolas a lugares desconocidos.
No me digas más mentiras que ya mis oídos distinguen tus aparentes palabras, tus ojos no han vuelto a mirarme con esa ternura de antes. Te di todo mi amor, pero, el que tú me diste, el que provenía de tus ojos, no era suficiente para llenar una taza con su color café. Tus brazos ya no desprenden ese calor que me hace sentir segura, tengo miedo de darme cuenta de la verdad; deseo estar ciega para no romper ilusiones. Espero hacer florecer esa espina dentro de mi ser, espero no olvidarte. Si los arboles vuelven a llenarse de hermosas hojas que brillan con la ayuda del rocío, ¿por qué yo no?
El sol desciende a la oscuridad, se expande la penumbra, mis ojos se cierran y una fría lágrima recorre mi rostro.