Preparatoria 18 / 2013 B
Cuando salí de la habitación de mi madre escuche una voz que venía desde el final del pasillo
-¿La amas verdad?
Era la anciana loca del hospital que siempre está en su silla de ruedas pero que si puede caminar.
-¿A qué se refiere? -le pregunte
-A la muchacha con la que viniste ayer ¿La amas verdad?
Sonreí un poco nervioso y le dije
-No señora ella solamente es una amiga.
-Tonterías, tú la amas.
La señora se veía decidida y muy segura de lo que decía, me sorprendió demasiado ya que en el hospital nadie la había escuchado hablar por más de seis meses eso me lo contó mi madre dijo que la anciana no hablaba desde que vio al señor reyes caer desde las escaleras del segundo piso el anciano murió y ella se quedó parada aun lado del señor hasta que llegaron los forense a recoger el cuerpo.
-Perdone y usted ¿por qué lo dice?
-Tu mirada… tu mirada me lo dice
-Ah sí y ¿Qué le dice?
La anciana hizo una pausa y después dijo.
-Lo puedo ver en tus ojos tus ojos me lo dicen, tus ojos son iguales a los de Juan hace unos cincuenta años, tienes esa mirada que tenía él, esa mirada que transmite amor. puedo ver en tus ojos que darías todo por ella que te mueres por ella, que tú te enamoraste desde la primera vez que la viste y no lo puede esconder cada vez que la abrazas sientes que el mundo se para se detiene y deja de importar todo lo demás que solo son tú y ella aunque sea por un par de segundos, sientes que algo tan frágil no puede existir pero la tienes entre tus brazos y no la quieres dejar ir la miras y miras lo más hermosa que pudieras imaginar piensas que ni si quiera los ángeles pudieran ser tan hermosos y quisieras estar con ella hasta el fin del mundo quieres que ella este contigo, pero ella no lo sabe y te mata por dentro a cada segundo que la miras.
Me quede sorprendido y en silencio por un rato pues la anciana decía todo lo que sentía y no lo podía creer, quise disimular que la vieja estaba equivocada y le dije.
-Usted está loca.
-Todos nos volvemos locos si se ama o se amó alguna vez.
Se quedó callada unos segundos y continuó.
-La vida es un gran manicomio la única diferencia es que ellos creen estar locos y tú y yo sabemos que lo estamos.