Si digo árboles y no concreto árboles

Roxana Crisólogo

(Lima, 1966). Una segunda edición de su libro Kauneus aparecerá este año bajo el sello Ediciones Nebliplateada (Argentina).

porque los huecos que dejaron sobre la tierra 
son tan profundos 
que debo excavar hasta tocar el nacimiento 
de la herida
y sólo concreto furia 
que se lleva lo orgánico a la boca

si digo árboles y regresa lo que ya no está
y quiero traducir Papa
en sabores que cambio de nombre
y saber qué especies se comen a otras

y defino en una sola imagen la soledad
de no encontrar más vegetales en estas 
palabras que embolso

y en soledad
me tiendo bajo una sombra para buscar estrellas
que confundo con aviones
y puedo acariciar las texturas que el barro reúne
los desperdicios los cristales los clavos
respirando en mi boca

y dibujo árboles con las manos pero aún no hay árboles
y no hay nada concreto sólo las sombras. 



EL RÍO ENE ESTÁ MUY LEJOS DE LIMA 
En el río Ene lo vi de espaldas navegando
en la hilera de los que transportan fruta
despabilado sobre los largos cabellos de los jóvenes israelitas 
del sexto pacto universal 

Las balsas con fruta avanzando lentamente como si se alejaran
entre sí
el sentido contrario de la corriente que se aproxima 
en gruesas garras de moscas y hélices 
plátano
que juegan a hacer equilibrio 

Una parte de la canoa se hunde y se endereza
Y todo a lo que hoy le doy las espaldas
toma su lugar
como cuando aprendía a remar y a alejarme sola 
de la orilla
pero me aferraba a los juncos que por tacto recogía 
de la barba del lago
reunía gusanos para usarlos como carnada 
y pescaba lagartijas con los ojos

Reemplazo la resistencia joven del río de ir más lento 
y su caudal de fluir hacia delante llevándose todo
reemplazo el horizonte llevándose todo
con palabras que mojen y hagan sentir el barro que hunde
hasta las rodillas

toco el fondo asfixiado del río que florecerá
y sus criaturas de infinitas algas 
el cochayuyo
navegando como incógnita

Un río que se desborda por empacho
ya se llevó un pueblo
un puente
un retazo del cerro que se abrirá en quebradas

Reemplazo la línea recta de mi imaginación 
con las precipitaciones que colocarán tabiques
de rocas

la secta de navegar en un río sin preguntarme con quién 
me cruzo por azar
  
Reemplazo la secta de navegar en mí misma
con las olas que formo con mis manos
reemplazo los altos remos de las olas 
con aletas prestadas
la hoz de plátanos flotando
río arriba

la sinuosidad la sensualidad la nueva forma
que la naturaleza borda con sus manos

y tiene nombre de pez

La física 
explica por qué las aves se mantienen a una distancia
sin caer en picada
El poema
se amasa en la superficie arenosa sin preguntarse por qué 
esta confusión que deja tanto barro en el horizonte
dura tan poco.

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