Ríos Himno para Haití / Madeleine Gagnon

para todos los amigos de Haití,
en memoria de la tragedia del 12 de enero de 2010

 

 

Escucho el canto de la tierra sobre el alto acantilado de arenisca
[sedimentada
Oigo golpear las olas a un costado de las rocas
Memorias de fracaso proyectadas en la pared  
He aquí la orilla el rostro del agua hasta el Confín
Hacia el que se lanzan los gritos cuando el suelo se agita

Y de los abismos
Vienen los temblores de los ríos
De aquí y de allá esparcidos cuando entrechocan las placas
Tectónicas
Cuando se ausenta la abundancia de palabras de la corteza cuando
Únicamente las músicas 
De la lejanía perdida se ponen a hablar

Como se escuchan los carrillones de campanas mojadas 
Cuando cantan las voces bajo los escombros
Que todos los ríos se marchan hacia el Océano
De la lejanía perdida de ayer y de antaño
Oigo los lamentos
Náufragos
Los oigo hasta el mañana
Sobre el acantilado más alto
Oigo
Fragmentos de notas o sílabas cuando se enmudeció la ciencia
Páginas borradas de catedrales sumergidas
Allá a años luz de aquí oigo esa red ese hilo
Planeta ni tan solo ni tan muerto pero ciego me vuelvo a proyectar
[sin cesar
La película la historia, imagino los estragos absorbidos
Cómo cantar todavía le pregunto a la luna cuando  

Las mareas sobre guijarros y hullas los soles
Las lunas multimillonarias las heladas de invierno
Las conchas traídas del fondo de los mares
Hasta los ríos que parecen arroyos lodosos
Y los afluentes de los cuales no se ve más el color
Los antiguos ríos como riachuelos devorados
Abriéndose un camino de pena y de miseria
Al llamado de los cráteres tan lejos de sus patrias
Líquidos

Caer siempre y seguir cayendo y petrificarse
Resucitar existe alguien díganme

De pronto oigo aquí la voz de los ríos
Todos los ríos de la tierra desviados de su cauce
Cada uno irrigando el desierto
Las fronteras ceden amigos de la arena entren se lo ruego
Reaviven los espíritus los cuerpos las voces los gritos

La arena fue creada para casarse con el mar
La arena nació para encontrarse con los ríos
Contar migaja tras migaja su historia de silencio
Los ríos adquieren oídos cuando los humanos se apagan
Las mujeres los hombres los niños

Por qué tienen que surgir de ultratumba
Las letanías balbucidas la arenilla las gotas
Cuando se encuentran el suelo del desierto y el suelo del polvo
Por qué tiene que ser que un murmullo de ópera susurre desde [ultramar
Y nos lo diga de nuevo
Con la promesa del viento

Nos diga y nos repita 
Así va la música
Nos confíe ornando el fresco de la historia
El inmenso cuadro extendiéndose siglo tras siglo

No nos morimos en vano

Nosotros levantamos
En la mañana crepuscular hasta el final
La incertidumbre de los astros
Desastre desmedido
Y en nuestras manos contemplamos esas alianzas de metal de agua
De palabras
Promesas a los cuatro puntos cardinales

Todo comienza con sonidos de media noche
Es noche cerrada parece el tintineo de una luminaria
De cristal que cae rodando al fondo de un pozo sembrando
Sus destellos escarlata inyectados del fuego de la esfera en pleno
[centro
Pegando sus astillas a lo largo de las paredes se arruga y desgarra
En sus lechos los ancestros se agitan bajo la flagelación
Heridas abiertas pozo que jamás termina

Fuentes de sangre purgadas por nuevas lavas de lágrimas
Los antepasados se revuelcan en su lecho de eternidad

Hay ríos de sangre sobre los que arde la puesta de sol 
Ríos de polvo donde el pintor del gris ya no abreva más
En bajamar hay recuerdos que hablan solos y crudos
El pincel chorreante de notas sordas
Rebasa una línea del horizonte hasta la nada

Hay no hay más 
Para muchos no habrá nunca
Para otros nunca hubo
Habrán ellos oído la obertura de un oratorio inédito
Habrán ellas percibido el réquiem dirigido a su atención
Habrán ellos habrán ellas
Y los niños que habían nacido para desaparecer
Sabrán ellos sabrán ellas sí o no
Tendrán ellas tendrán ellos
Otro tiempo para nombrar su tiempo

Ríos ríos ríos extendidos
Ríos de resaca ríos de penas y de vorágine
Río de arriba hasta Pointe maligne l’infiniment oubliée*
Río de abajo mi río del norte y del este
San Lorenzo

Fluye desde los Grandes Lagos hasta el otro lado de la tierra
Por el golfo abierto al infinito
Hasta Gaspé vasta bahía de Gespeg
Que se va gota a gota sal con sal
A pedirle su mano al mar
Golpea el gran peñasco en su camino hacia la Bahía de los Calores
Puliéndolo horadándolo
Peñasco Perforado de nuestras infancias donde se filtra el viento
Donde pasa la cabellera rosa del alba
Oriente de nuestras Américas

Van todas esas aguas esos acantilados esas juventudes apasionadas
A extender sus largos brazos danzantes
Hasta los cráteres del Caribe
Hasta los delirios sísmicos
A unirsea la ópera del Nuevo Mundo

Ir al corazón del continente
Abrevar el campo de ruinas
Irrigarlo con el campo de lágrimas
Besar sur y norte y centro
Entonar el aria pianísimo

 

 

 

*Título del libro de Nicole V. Champeau (Vermillon, 2009).
Nuevas notas muertas y vivas

Cuando la Tierra misma soltó las amarras
Es lanzada el ancla en los países de mestizaje
Surgieron sonidos
Después sílabas
Puñados enteros hojas apergaminadas frases
Salidas del vientre
Exhumadas en los desfiladeros

Abandonando los deshechos placentarios

Sobre el alto acantilado de arenisca sedimentada
Al norte del paralelo cuarenta y nueve
Frente al Océano me llegan los ecos
Himnos ofrecidos en forma de tumbas
Haití
Vida nueva nacida
Tan lejana tan cercana
A través de las nieves blancas de enero
A través de clamores de otros sitios
A través de cortinas deshiladas con escarcha
Oigo

Aquí

Oigo

Versión del francés de Silvia Eugenia Castillero

 

Fleuves
Hymne pour Haïti

J’écoute le chant de la terre sur la haute falaise de grès sédimenté / J’entends battre les vagues à flanc de rochers / Mémoires d’échouage à la paroi mirées / Voici le rivage le visage de l’eau jusqu’au Large / Vers lequel sont lancés les cris quand bouge le sol // Et des abîmes / Viennent les tremblements de fleuves / De ci de là éparpillés quand se cognent les plaques / Tectoniques / Quand s’absentent les mots flux de l’écorce quand / Seules les musiques / De l’oublié lointain se mettent à parler // Comme on écoute des carillons de cloches mouillées / Quand chantent les voix sous les débris / Que les fleuves s’en vont tous vers l’Océan / De l’oublié lointain d’hier et de naguère / J’entends les plaintes / Naufragées / J’entends jusqu’à demain / Sur la plus haute falaise / J’entends // Bribes de notes ou syllabes quand la science s’est tue / Pages effacées des cathédrales englouties /Là-bas à des années-lumière d’ici j’entends ce filet ce fil / Planète ni seule ni morte mais aveugle je me repasse sans cesse / Le film 1’histoire j’imagine les dégâts avalés / Comment chanter encore je demande a la lune quand // Les marées sur galets et gaillettes les soleils / Les lunes milliardaires les glaciels à l’hiver / Les coquillages ramenés du fond des mers / Jusqu’aux fleuves qu’on dirait des ruisseaux boueux / Et les rivières dont on ne voit plus la couleur / Les antiques rivières comme des rus dévorés / Se frayant un chemin de peine et de misère / A l’appel des cratères si loin des patries / Liquides // Tomber toujours et encore tomber et se pétrifier / Ressusciter existe-t-il dites-moi quelqu’un // Soudain j’entends la voix des fleuves là / Tous les fleuves de la terre détournés de leurs lits / Chacun s’en venant irriguer le désert / Les frontières cèdent entrez je vous prie amis des sables / Rameutez les esprits les corps les voix les cris // Les sables sont créés pour épouser la mer / Les sables sont nés pour rencontrer les fleuves / Raconter miette à miette leur histoire de silence / Les fleuves ont des oreilles quand les humains s’éteignent / Les femmes les hommes les enfants // Pourquoi faut-il que surgissent d’outre-tombe / Les litanies balbutiées les gravillons les gouttes / Quand se rencontrent sol des déserts et sol des poussières / Pourquoi faut-il qu’un murmure d’opéra bruisse d’outre-mer / Et nous redise encore / Avec la promesse du vent // Nous dise et nous répète / Ainsi va la musique / Nous confie en peignant la fresque de l’histoire / L’immense tableau s’étalant de siècle en siècle // Nous ne sommes pas morts en vain // Nous avons soulevé / Au matin crépusculaire jusqu’à la fin / La possibilité des astres / Désastre outrepassé / Et dans nos mains contemplé ces alliances de métal d’eaux / De mots / Promesses aux quatre points cardinaux // Tout commence par des sons de minuit / Il fait noir absolu on dirait les cliquetis d’un lustre / De cristal tombé au fond d’un puits ca déboule en semant / Ses éclats écarlates injectés du feu de la sphère en plein centre / Collant ses échardes tout le long des parois ça se froisse et déchire / Dans leurs lits les ancêtres remuent sous la lacération / Blessures ouvertes puits qui n’en finit jamais plus // Fontaines de sang asséché de laves nouvelles de larmes / Les aïeux se retournent dans leur lit d’éternité // Il y a des fleuves de sang sur lesquels le couchant brûle / Des fleuves de poussière où le peintre du gris n’abreuve plus / Il y a des souvenirs au jusant qui disent seuls et nus / II y a le pinceau dégoulinant de notes sourdes / Sur la portée d’une ligne d’horizon jusqu’au néant // Il y a il n’y a plus / Pour plusieurs il n’y aura jamais plus / Pour d’autres il n’y a pas eu // Ont-ils entendu l’ouverture d’un oratorio inédit / Ont-elles saisi le requiem à leur attention destiné / Ont-ils ont-elles / Et les enfants qui étaient nés pour disparaître / Sauront-ils sauront-elles oui ou non / Auront-elles auront-ils / Un autre temps pour nommer leur temps // Fleuves fleuves fleuves étales / Fleuves du ressac fleuves des peines et des remous / Fleuve d’en haut jusqu’á « Pointe maligne l’infiniment oubliée »* / Fleuve d’en bas mon fleuve du nord et de l’est / Saint -Laurent // Coulant des Grands Lacs jusqu’au bout de la terre / Par le golfe ouvert sur l’infini / Jusqu’à Gaspé vaste baie de Gespeg / Qui s’en va goutte à goutte sel à sel / Se fiancer à la mer / Frappant le grand rocher au détour vers la Baie des Chaleurs / Le léchant le trouant / Rocher Percé de nos enfances où filtre le vent / Où passe la chevelure rose du levant / Orient de nos Amériques // Vont-elles toutes ces eaux ces falaises ces jeunesses folles / Étendre leurs longs bras dansant / Jusqu’aux cratères des Caraïbes / Jusqu’aux délires sismiques / Se joindre à l’opéra du Nouveau Monde // Se rendre au cœur du continent / Abreuver le champ de ruines / L’ irriguer du champ des larmes / Embrasser sud et nord et centre / Entonner l’aria pianissimo // Neuves notes mortes et vives // Quand la Terre elle-même a largué les amarres / Aux pays des métissages l’ancre est jetée / Des sons ont surgi / Puis des syllabes / Des portées entières des feuilles parcheminées des phrases / Sorties du ventre / Exhumées des cols // Délaissant les débris placentaires // Sur la haute falaise de grès sédimenté / Au nord du quarante-neuvième parallèle / Face au Large me parviennent les échos / Hymnes offerts en forme de tombeaux / Haïti / Vie nouvelle-née / Si lointaine si prochaine / À travers neiges blanches de janvier / À travers clameurs d’ailleurs / À travers rideaux ajourés du givre / J’entends // Ici // J’entends

 

* Titre du livre de Nicole V. Champeau (Vermillon, 2009).

 

 

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